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La puesta, dirigida por Irela De Villers, se escenifica en el Teatro 81 de El Convite

La obra Quetzalcóatl puddle... aborda los vicios del ser humano

Es un triángulo amoroso en el que hay traición, en medio de la crítica a la situación del país, dice la dramaturga

Predomina el quiero, el intento, pero nunca se concluye algo, afirma Paulina Treviño

Foto
Los actores Paulina Treviño y Marco Aurelio Nava en una escena del montajeFoto Ricardo Vargas
 
Periódico La Jornada
Viernes 8 de julio de 2011, p. 9

¿Puede una mujer insaciable sexualmente ser fiel? ¿Es coherente cuando afirma que es liberal e independiente y le pide a su esposo que la saque a pasear? Estas son dos preguntas que plantea la obra Quetzalcóatl puddle..., dirigida por Irela De Villers y actuada por Paulina Treviño, José Carriedo y Marco Aurelio Nava, en el Teatro 81 de El Convite.

En entrevista con ambas, se dijeron orgullosas de este trabajo. De Villers expresó que plantea una historia sobre un triángulo amoroso en una playa artificial futurista. Tiene humor, absurdo. En medio de eso hay situaciones y crítica del estado del país. No obstante, lo que predomina es la comedia y la diversión, en ese triángulo amoroso hay traición, inmovilidad y una mujer muy guapa que sale en traje de baño.

Habló Paulina Treviño, quien es dicha fémina de agradable presencia: “Mi personaje se llama Claudina, quien está entre dos hombres. Creo que realmente se aborda el tema de los vicios del ser humano, de su manera de relacionarse y de la imposibilidad de lograr muchas cosas. Por eso se llama Quetzalcóatl puddle o la infinita tentativa frustrada.

“Eso es importante porque predomina el quiero, el intento, etcétera, pero nunca se llega a concluir algo, porque todos somos víctimas de nosotros mismos, de nuestra corrupción, de nuestras traiciones, las que nos hacen y las que hacemos. No logramos salir de nosotros mismos. Claudina está encerrada en sí misma y es víctima de sus miedos e inseguridades y de su misma personalidad, de su propio carácter.

“De hecho, cada uno de los personajes está encerrado en sí mismo. Hoy, eso nos pasa también como país. Una persona que vio la obra me dijo que se acordó que un presidente de la República aseguró que de ahora en adelante nuestro objetivo era buscar un futuro feliz... pero no un presente. Entonces, toda la vida vamos a estar buscando un futuro. Siempre nuestro presente es buscar el futuro. Claudina busca... es una mujer... muy caliente.

Ella desea amor, pero está enamorada del mismo amor. En la obra se plantean los juegos de poder en las relaciones amorosas.

Paulina aclaró que no es que todas las mujeres sean así, sino que por medio de la obra se usa una especie de lupa hacia un fenómeno. Esto se da más en unas que en otras. ¿Hasta qué punto las mujeres somos independientes y libres del hombre y de nosotras mismas? Esto, porque decimos que somos modernas. En la obra se hace un chiste sobre esto, de que decimos: ¡ay, llévame a pasear!, ¿no? ¡Soy una mujer liberada, soy una mujer caliente y moderna!, pero sácame a pasear. Así, en la puesta se juega todo el tiempo con estos contrastes.

Añadió que esta pieza teatral es muy exigente actoralmente, porque debí entender que los temas de los que estamos hablando son fuertes, profundos y difíciles, y que a veces pueden llevar a la tristeza, a la depresión, pero en comedia. Lo que me costó trabajo fue rebasar este límite y burlarme de mí misma. También el hecho de que salgo en traje de baño y tengo que cuidar, sobre todo, el tono, porque es una farsa.

Divertido o reflexivo

De Villers dijo que ella planteó el tono, pero los actores ya definieron su trabajo y ya todo depende de ellos. Más bien, ahora ellos están en retroalimentación con el público. Claro, hay un trabajo anterior de varios meses. El público puede divertirse, pero también tiene que escuchar, para saber de qué se está hablando. En ocasiones puede haber humor negro. Los tres actores son entregados y talentosos. El público puede salir de la obra sólo divertido o con una reflexión. Las personas eligen lo que quieren ver. Aquí no creo que se puedan dormir, como pasa en otras obras y en otros foros. Buscamos que el público esté presente. Otra cosa es que la obra guste o no.

En la puesta se escuchan frases que se quedan como ideas fijas. Tal es el caso: ¿no haz entendido que la esencia de las mujeres es la movilidad? ¿No quieres que aletee mis brazos como un chimpancé para entretener tu soledad?

Hay un brindis por las mentiras y por el ninguneo? Yo les aseguro que se van a reír.

Paulina: Ya lloramos y ahora vamos a reírnos de nosotros mismos. La risa crea una conciencia y el teatro es un reflejo.

Espera que su actuación le mueva algo a la gente. No se tiene que tomar el teatro como personal, porque se está prestando el cuerpo, haciendo un trabajo. Cada quien decide cómo abordar la obra. No hay una anécdota ni un principio, ni un desarrollo ni un final.

Para la dramaturga se trata de un teatro dentro del teatro.

Paulina: Hay sexo y golpes, ¿qué más quieren? Y lágrimas, sexo, besos. Parece una película de Hollywood.

El Teatro 81 de El Convite se localiza en Ajusco 81, Portales Sur. Funciones: viernes, 20:30 horas, y sábados, 19. Teléfono: 5601-2260.