Deportes
Ver día anteriorViernes 8 de julio de 2011Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

El Tri caía 2-1 ante Alemania, pero en los últimos 15 minutos dio vuelta al marcador

Gómez dio el pase a México para disputar la final contra Uruguay

No nos confiaremos ante un equipo tan complejo, señaló el técnico Gutiérrez

Freund admitió estar triste y decepcionado, aunque felicitó a los tricolores; queremos el tercer lugar, señaló

Foto
Júbilo de los jugadores mexicanos juveniles tras lograr la hazaña de superar a la escuadra germanaFoto Notimex
Enviado
Periódico La Jornada
Viernes 8 de julio de 2011, p. a16

Torreón, Coah., 7 de julio. Alguna vez el ex jugador inglés Gary Lineker dijo que el futbol es un deporte de 11 contra 11 en el que siempre ganan los alemanes. Y la definición sirvió, en el caso de México, para los mundiales mayores de Argentina 78, México 86 y Francia 98, así como en todas las competencias oficiales en las que estos equipos se habían enfrentado.

Pero Jorge Gómez decidió que la historia debía ser otra.

Primero, apenas al minuto tres, abrió el marcador por el Tricolor y en los instantes finales tuvo que salir con la cabeza sangrando tras el precioso gol olímpico de Jorge Espericueta que puso el marcador 2-2.

Sin embargo, Gómez regresó como soldado herido para definir el juego: a un minuto del final se lanzó de chilena dentro del área y logró un vibrante 3-2 con el que México obtuvo el pase a la final del Mundial Sub-17, en la que enfrentará a Uruguay.

El Tri juvenil sigue jugando a lo grande. Por primera vez un equipo logró en copas del mundo seis triunfos consecutivos y está a uno de repetir el mayor logro en la historia futbolera del país: el título de Perú 2005.

Fue una victoria merecida, lograda en los últimos 15 minutos con base en el juego de toque que caracteriza a los mexicanos, al sacrificio de todos y, esta vez, a dos genialidades de Espericueta y Gómez, en emotivo duelo realizado en el estadio Torreón, donde los tricolores superaron los fantasmas del pasado y decidieron, con garra y futbol, que Lineker está equivocado… por lo menos en la categoría Sub-17.

Las emociones, desde el inicio

Bajo el sofocante calor de La Comarca Lagunera, la primera ovación fue tras conocer las alineaciones. Y fue para el goleador Carlos Fierro, aunque el técnico Raúl Gutiérrez también fue recibido con gritos de Potro-Potro.

Al igual que en Pachuca, las emociones empezaron temprano. Apenas al minuto tres, en un centro por la izquierda, el balón llegó al área donde la zaga de los europeos se quedó estática y el pequeño Julio Gómez se levantó entre tanto grandulón para conectar un testarazo a la derecha de arquero Odisseas Vlachodimos.

El 1-0 impactó en la tribuna, que respondió con oles para los suyos, abucheos para los germanos y el ya infaltable grito grosero para el arquero rival.

Pero Alemania se levantó de inmediato. Seis minutos después, en un contragolpe, el central Antonio Briseño no pudo despejar, lo que aprovechó Samed Yesil para empatar con tiro rasante y colocado a la derecha del lance de Richard Sánchez. Yesil marcaba así su sexto tanto del torneo.

Los tricolores resintieron el golpe y mostraron otra vez fragilidad defensiva en un tiro de esquina que Noah Korzowski remató sin marca pero desviado.

El público sacó la tensión al dar varias veces la ola la vuelta al inmueble, mientras el Potro también lo hizo pero de mal modo: se encaró con Emre Can, quien había dado empellón a Fierro.

Yesil siguió haciendo estragos en la defensa mexicana y al 26 se llevó prácticamente a toda la zaga y su tiro pasó cerca del poste izquierdo.

Fue hasta la media hora de juego cuando el Tri empezó a reponerse y levantó a la tribuna al 37, en un tiro de media vuelta de Jorge Espericueta que el portero rechazó a dos manos.

Alemania estaba a la defensiva, en espera de otro contragolpe o de un balonazo que por poco les funciona a cinco minutos del final. En pase que Carlos Guzmán midió mal, Yesil se enfiló sin marca; el portero salió precipitado pero el el delantero de origen turco tiro desviado. Un ¡Ah! de alivio recorrió las gradas pintadas de verde.

Los tricolores respondieron al 42, en una pared entre Fierro y Marco Bueno, cuyo disparo fue desviado por el arquero.

El segundo tiempo se inició con la cancha bajo sombra, lo que dio un respiro a los jugadores.

México salió al ataque y fue el talentoso Espericueta el que puso el primer peligro, en tiro de media distancia que encontró otra vez atento al guardameta.

Sin embargo, la tarde se empezó a nublar al 59, cuando en veloz incursión de Can por el centro, quien dentro del área sacó punterazo para marcar el 2-1 que apagó al estadio sólo por unos momentos, ya que empezó a surgir otro infaltable en nuestro futbol: ¡Sí se puede!

Y para que sí se pudiera ingresó Giovani Casillas por Arturo González, quien había sido el creativo del conjunto. Poco después entraron José Tostado (por Escamilla) y Marcelo Gracia (por Bueno), en dos cambios recurrentes del timonel nacional.

Casillas intentó desbordar por la izquierda, mientras Tostado busco un disparo de media distancia que se topó, otra vez, con el arquero de ascendencia griega.

Pero Vlachodimos nada pudo hacer al 75. Espericueta mostró su excelso toque al cobrar un tiro libre que pasó a todos, pegó en el segundo palo y entró, para un gol olímpico que hizo saltar a todos y lanzar sus cervezas a los más cercanos.

En la acción quedó tendido Julio Gómez, quien recibió atención médica durante cuatro minutos y salió sangrando en camilla por un golpe en la cabeza.

Pero bajo estruendosa ovación Gómez regresó a la batalla y lo hizo para ganar su propia guerra y la de muchos: primero, al dar un auténtico pase de gol a Casillas, quien sacó un tiro muy cruzado; después Gracia mandó un tiro que iba a las redes, pero el portero lo desvió sólo para que Gómez se vistiera de héroe.

En el cobro de tiro de esquina el balón llegó a segundo palo, donde Gómez se tendió de chilena, el balón pegó en el poste y definió el 3-2 de la calificación.

Los teutones se lanzaron al ataque y los tricolores defendieron el triunfo con uñas y dientes y el silbatazo final llegó con el cántico de Oe-Oe-Oe y, sobre todo, con gritos de ¡Gómez-Gómez-Gómez!

El técnico Raúl Gutiérrez se mostró contento con el pase a la final y afirmó que sus pupilos no se confiarán ante un equipo muy complejo como Uruguay.

Tenemos los objetivos muy claros. Siempre hablamos de llegar a la final y de ganarla, aclaro y elogió a su plantel.

Tambien siempre les dije que este equipo tenia personalidad, respuesta, que no se vence y hoy lo demostraron, dijo, y vaticino una final muy disputada.

Sobre el gol de Gómez indicó que es de esas historias que marcan a cualquier persona; es algo de ensueño y qué bueno que le paso a Julio.

De su lado, el entrenador alemán Steffen Freund admitió estar triste y decepcionado porque perdieron una ventaja de 2-1 y felicitó a los mexicanos por la victoria, en especial al número ocho (Gómez).

Indicó que quieren la medalla del tercer lugar y que lucharán con todo ante Brasil por conseguirla.

Sobre su anotación, Espericueta admitió que no intentó el gol olímpico, pero dijo que se trata de una jugada que siempre ensaya en los entrenamientos. Recordó que ya había anotado un tanto de esta manera ante Chicago Fire en Estados Unidos.

El doctor Diego Moreno informó que Julio Gómez sufrió una herida en el parietal izquierdo de 10 centímetros, que ameritó siete puntos de sutura y tuvo una pérdida de 30 mililitros de sangre. El jugador será valorado en las próximas 12 o 24 horas para saber si podrá jugar la final.

Instantes después de terminar el partido, en el Twitter del presidente Felipe Calderón apareció el siguiente mensaje: Increíble la entrega y el pundonor de Gómez. Merecen los muchachos la victoria. Ese carácter es el que México necesita. ¡Viva México!