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En entrevista con La Jornada, Luis González Palma reflexiona sobre su quehacer

Busco entender todo lo invisible en lo que vemos, dice fotógrafo

Se trata de un gran exponente del arte fotográfico contemporáneo

El temor a la muerte, el desamor y el desencuentro figuran entre las obsesiones del creador guatemalteco

Foto
Luis González Palma durante la entrevista con La JornadaFoto Víctor Camacho
 
Periódico La Jornada
Viernes 8 de julio de 2011, p. 4

Más que fotógrafo, Luis González Palma se asume como un artista que usa la imagen fotográfica en aras de sus ambiciones o deseos. Intento explorar más una experiencia, entender qué es la vida y no simplemente un registro de eso que llamamos realidad. Elaborarla, digerirla, darle otra imagen, tratar de entender todo lo que es invisible en lo que vemos.

Cultivador de técnicas casi en desuso, González Palma (Ciudad de Guatemala, 1957), un gran exponente del arte fotográfico contemporáneo está en México para participar como invitado especial en el segundo Encuentro Internacional de Procesos Fotográficos Alternativos, que ayer comenzó y concluirá el sábado 9, en Jalapa y el puerto de Veracruz.

En la inauguración oficial de la reunión, el miércoles en la Galería Arte Contemporáneo, en Jalapa, el fotógrafo dictó una conferencia magistral y después se abrió su exposición In-vestiduras.

Para el entrevistado, quien radica en Córdoba, Argentina, el uso de equis técnica obedece a la idea detrás de cada proyecto: “Hay técnicas que funcionan con ciertas ideas, otras que no. Muchos de mis proyectos están hechos en ambrotipos, platinos, colodiones, técnicas del siglo XIX, así como cosas que hago, fotografías analógicas, pintadas –aplicar una pátina a la imagen– y obviamente también utilizo cuestiones digitales, pero en menor medida”.

El juego con el tiempo, patente en su obra, contrasta con algo que se relaciona con cierto tipo de energía que no puedo elaborar muy bien, simplemente es. Me pongo en el papel de qué es lo que siento frente a esta imagen y por alguna razón siento que las imágenes, en colodiones o ambrotipos, me enfrentan a una experiencia de tiempo mucho más marcada que una fotografía digital, por ejemplo. La experiencia del tiempo de la muerte está tan presente que al menos me aproximo de una forma en que siento diferente la imagen. Eso de sentir la imagen me lleva a técnicas que logran eso.

Las fotos de González Palma en su mayoría están pensadas y elaboradas como una pequeña puesta en escena. Respecto de cómo arma el guión, dice: “Depende de los proyectos que voy teniendo, pero la idea en general es siempre la misma, es decir, no me salgo mucho de mis obsesiones: el miedo a la muerte, el desamor, el desencuentro, una mirada interna. Hacer imágenes que más bien representan un mundo interior que exterior. Y, qué bueno que tú te veas estas imágenes de una forma, que sean parte de estos mundos, parte de la forma de entender la vida.

–¿Qué representa para usted la fotografía?

–Lo que me interesa en realidad es la imagen. Uso la imagen fotográfica porque es la que me da más, con la que me siento más cómodo, pero me interesan mucho las ideas que están detrás de las imágenes y cómo son tan impactantes. Pero hablo de cualquier imagen, de escultura, de obras gráficas, de pintura, no es sólo la fotografía lo que me interesa, sino la imagen y lo que genera.

–¿Utiliza modelos?

–Depende de la idea que tenga. En Jerarquías de intimidad, traté de trabajar en menor medida con personas, porque había hecho muchos retratos en una época y me quise alejar de ello y crear una especie de puestas en escena, donde los objetos que fueran más simbólicos. Pero en otros proyectos los uso, también me interesa mucho el rostro como símbolo.

La idea es lo esencial

En su país natal, Luis González Palma estudió arquitectura. De hecho, dice visitar más exposiciones de pintura, escultura e instalación que de fotografía, aunque no desprecia ver un buen registro de la realidad. Ha participado en ciertos proyectos en los cuales la fotografía no es una imagen puesta en la pared.

“La idea para mí –subraya– es lo esencial. O sea, qué idea da sentido a tu proyecto creativo, porque si la idea no tiene peso, a obra tampoco lo tendrá. Me interesa mucho trabajar en eso, cómo elaborar mi mundo interno para que pueda comprenderlo en cierta medida por medio de mi obra.”

–¿Haber estudiado arquitectura se refleja en su obra?

–Sí, se refleja en relación con las ideas del espacio. Muchas de las razones por las que no uso fotografía digital es porque me interesa que lo que tomo sea lo que puedo vivir en la realidad, no en una pantalla. Si hay necesidad de cortar una mesa, pegarla, hago todo eso, no digitalmente, sino en la realidad, porque para mí, el proceso es tan o más importante que el producto final. Esa experiencia de estar recorriendo mi idea me imagino que tiene una relación muy directa con la arquitectura, que al final de cuentas es eso, una idea construida. Tener esa experiencia me es muy valioso.

En agosto, González Palma viajará a Guatemala para realizar un proyecto in situ en un centro médico particular.

La editorial madrileña La Fábrica pronto editará un pequeño libro de un diálogo suyo con Gerardo Mosquera, dentro de una serie de conversaciones entre fotógrafos y curadores.