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Primera obra de Alfonso Reyes

Cuestiones estéticas no pierde vitalidad a 100 años de su publicación

Charla con Alfonso Rangel Guerra

 
Periódico La Jornada
Domingo 19 de junio de 2011, p. 6

A 100 años de haber sido publicado como primera obra por el joven de 21 años Alfonso Reyes, el libro de ensayos Cuestiones estéticas muestra un sorprendente valor intelectual, vitalidad y vigencia para las generaciones del siglo XXI, consideró el especialista Alfonso Rangel Guerra.

Durante una charla en la Capilla Alfonsina, para celebrar ese acontecimiento editorial, el estudioso de la obra del también poeta, narrador y diplomático regiomontano agregó que con dicho libro se inauguró el ensayo moderno en México y, más aún, la literatura mexicana del siglo XX, pues nunca antes se había escrito sobre ciertos temas y de esa manera.

Desde muy joven, dijo, Reyes (1889-1959) ya mostraba su erudición, elevado rigor intelectual y los intereses que guiarían su obra a lo largo de medio siglo de creación literaria, así como sus amplias lecturas de autores europeos, sobre todo franceses e ingleses.

En Cuestiones estéticas aparecen asuntos fundamentales como una precursora reivindicación de Góngora, muchos años antes que la Generación del 27 en España, o las tres Electras del antiguo teatro griego: las de Esquilo, Sófocles y Eurípides, así como la poesía de Mallarmé o el pensamiento de Goethe.

De Góngora, comentó Rangel Guerra, Reyes advirtió que no era oscuro, sino claro y bello como el día, además de que no hizo diferencias cualitativas entre sus vertientes popular y culterana. De las Electras, siguió, Reyes señaló que no se trataba de problemas entre hombres y mujeres sino de una cuestión vitalmente universal

Del complejo y hermético Mallarmé, el autor de Cuestiones estéticas se dio cuenta de la debilidad de las palabras para reflejar la maravilla interior del pensamiento humano, y que por ello el acercamiento al poeta francés apuntaba más hacia el silencio.

Ante la trascendencia de ésta y toda la obra de Reyes, dijo, hace falta una mejor y más amplia lectura, por lo que propuso realizar ediciones populares para llegar a públicos más amplios.

Rangel Guerra fue presentado por Miguel Capistrán, quien coincidió con el primero en el elevado nivel intelectual de la prosa del joven Reyes y su papel precursor en temas diversos, como el del redescubrimiento de la poesía de Góngora, varios años antes que los españoles.