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El uso de la fuerza pública es necesario, pero sin otras medidas empeora el problema

Politizar la justicia, mala decisión: Narro; pobreza, origen de la violencia, afirma

Ante la situación recomendó seguir múltiples rutas: económica, jurídica y multinacional

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Jorge Carpizo y José Narro Robles se dirigen al Palacio de la Escuela de Medicina para la clausura de la Conferencia internacional sobre seguridad y justicia en democraciaFoto José Antonio López
 
Periódico La Jornada
Sábado 11 de junio de 2011, p. 15

El rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), José Narro Robles, sostuvo que los jóvenes son las principales víctimas de la situación de violencia e inseguridad que enfrenta México. Subrayó que la juventud no debe ser criminalizada ni merece ser parte de un problema que no generó, por lo que reiteró su demanda de generar para ellos mejores condiciones educativas, de empleo y desarrollo.

Hay que tener muy claro que la juventud mexicana, aun si parte de ella está involucrada en actos delictivos, es la víctima más evidente de la situación que se vive en el país. La juventud no merece ser parte de un problema que no generó, y tampoco merece ser criminalizada.

Al clausurar la Conferencia internacional sobre seguridad y justicia en democracia. Hacia una política de Estado en los albores de tercer milenio –organizada por la UNAM y el Instituto Iberoamericano de Derecho Constitucional– el rector aseveró que los jóvenes requieren opciones para lograr una vida digna, decorosa y sin violencia, porque actualmente no son suficientes.

Cuando los jóvenes no tienen posibilidades educativas, trabajos dignos, viviendas independientes ni opciones recreativas, se vuelven presa fácil del crimen organizado o de las adicciones.

Subrayó que la actividad criminal no debe considerarse como un asunto de buenos contra malos, de ministerios y hieráticos, ni de ángeles de las tinieblas. Se trata de una actividad perversa que atrae a quienes valoran los riesgos de incorporarse a la delincuencia.

Además, se pronunció por dejar de generar sospechas y desechar por completo las fórmulas autoritarias del pasado. Tenemos que convencer a los que no lo están que politizar la justicia o judicializar la política son malas determinaciones.

El rector aseveró que si se quiere atender el problema de la inseguridad que hoy agobia al país, necesariamente se tienen que realizar cambios.

La violencia y la inseguridad tienen su raíz en la falta de opciones de vida digna y productiva para todos. La pobreza, la insultante concentración del ingreso y la falta de opciones educativas, entre otros, son las causas profundas de la inseguridad que hoy vivimos. Tenemos que cambiar lo que a todas luces no da resultados, exigió.

Afirmó que la desigualdad social y económica exacerba los problemas sociales y debilita la confianza en las instituciones, pues mientras más se profundizan las brechas entre quienes tienen todo y en exceso y a quienes falta lo elemental, los problemas sociales se agrandan.

La desigualdad de siempre está en el fondo de los problemas que afrontamos hoy. Agregó que la solución no es fácil ni única, porque sin el empleo de la fuerza pública el problema no se va a resolver, pero el solo uso de ésta lo empeorará, por ello recomendó seguir múltiples rutas como la económica, la jurídica, la de las armas y la multinacional, entre otras.

Narro entregará la declaratoria final a los tres poderes de la Unión y a la sociedad con el fin de que se tomen en cuenta las opiniones de los 88 ponentes y 18 moderadores que participaron en la conferencia, que inició el pasado lunes y culminó ayer.

Estoy seguro que el esfuerzo de todos ustedes rendirá frutos tangibles y que sus propuestas tendrán concreción a corto y mediano plazos. Los expertos que han hablado en este encuentro deben ser escuchados donde se toman las decisiones. A amplificar su voz nos comprometemos todos.