Sociedad y Justicia
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Lamentan desprecio del gobierno federal a la tarea que realizan las escuelas públicas

Indigna a maestros de la Normal propuesta de profesionalización

Desaparecer el sistema de formación normalista, la verdadera intención del SNTE, acusan

 
Periódico La Jornada
Sábado 11 de junio de 2011, p. 40

Profesores de la Benemérita Escuela Nacional de Maestros (BENM), calificaron como indignante la propuesta del subsecretario de Educación Básica, Fernando González Sánchez, de exigir el grado de maestría para dar clases en escuelas de prescolar, primaria y secundaria, además de aplicar un periodo de prueba de dos años antes de otorgar la plaza de base a un docente.

No hay duda, indicaron, que desde la administración federal y la cúpula del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), que preside Elba Esther Gordillo, se busca la desaparición del sistema de formación normalista. Por eso, el enorme desprecio y desconocimiento de la tarea que realizan las normales públicas en la enseñanza de miles de maestros.

Recordaron que durante más de un siglo la Normal ha formado a miles de docentes que han educado a generaciones de mexicanos con un claro compromiso social, de servicio y con excelencia en su formación. Prueba de ello es que aún en las peores condiciones socieconómicas logran que sus alumnos salgan adelante, porque las normales públicas no forman facilitadores educativos, sino maestros comprometidos con su realidad social y la de sus estudiantes. Quizá es precisamente este perfil el que ahora más les incomode.

Juan Manuel Rendón y Graciela Gutiérrez, profesores-investigadores de la BENM, con más de 25 años como catedráticos de la misma, aseguraron que les guste o no, las normales son y serán parte sustantiva del sistema educativo, porque aún con las deficiencias curriculares y el deterioro de sus instalaciones, debido al persistente abandono presupuestal, siguen formando maestros de calidad.

Destacaron que desde mediados de los años 80 se han aplicado diversas reformas curriculares en las normales públicas, urbanas y rurales, de todo el país. La diferencia, indicó Rendón, es que había un proyecto pedagógico que sustentaba estos cambios, al igual que la propuesta de 1997, cuando se demandó poner énfasis en el ejercicio práctico de la docencia. Ahora se busca imponer, a partir de agosto próximo, una nueva currícula que busca como uno de sus principales objetivos el control de la matrícula, lo que resulta absurdo.

Las declaraciones de González Sánchez, yerno de Gordillo Morales, explicó no ocultan el transfondo político de una decisión que no busca mejorar la formación de los maestros de educación básica, sólo empobrece el concepto de profesionalización del magisterio.

Se nos quiere hacer creer, indicó, que las normales públicas no sólo forman mal, si no que la garantía para tener un buen maestro es que alcance un nivel de posgrado, y no es así.

El concepto de profesionalización empleado por los especialistas internacionales, no sólo incluye mejor formación académica, sino acceder a un salario digno y condiciones para continuar estudiando, pero lo más importante, resaltan los expertos, es mejorar el contexto social y educativo en que se ejerce la docencia.

Graciela Gutiérrez, catedrática de esa casa de estudios, indicó que en los hechos se busca la desaparición de las instituciones públicas formadoras de docentes para dar paso a una abierta privatización de la carrera magisterial.

Agregó que en la BENM se rentan las instalaciones para que una universidad privada imparta su propia maestría, a un costo muy elevado para los egresados, a pesar que desde hace una década tenemos nuestro propio posgrado, reconocido por su calidad. Este año, apuntó, tenemos más de 200 solicitudes de ingreso, pero sólo se autorizaron 15, a lo que se suma los escasos recursos con que contamos para impartir el posgrado.

Subrayó que es obvio que hay un doble discurso. Se ataca a las normales por sus bajos resultados, de acuerdo con una evaluación estandarizada que no pondera saberes ni experiencias prácticas, pero por otro, se asfixia a estas casas de estudios con presupuestos cada vez más reducidos. Hay una abierta intención de arrasar con ellas y dejar que instituciones privadas formen a los maestros de México.