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Hasta el 17 de junio se proyectarán 16 documentales en la Cineteca Nacional

El cine indigenista, como su gente, está olvidado: Juan Carlos Colín

Filmábamos en las peores condiciones; lo más difícil fue ganar la confianza de las comunidades, contó el realizador Luis Lupone

El acervo del CDI cuenta con 3 mil cintas en 16 y 35 mm

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Estas producciones son ejemplo del vínculo del arte cinematográfico, la investigación antropológica y la participación indígena, sostuvo Xilonen Luna Ruis, del CDI. La imagen, tomada en Jesús María, Nayarit, en 1992, durante la Semana Santa CoraFoto Fabrizio León
 
Periódico La Jornada
Sábado 11 de junio de 2011, p. 6

El jueves pasado se inauguró en la Cineteca Nacional el Ciclo de Cine Indigenista Mexicano y Pueblos Indígenas de México, conformado por las dos series de videos pertenecientes al acervo documental del entonces Instituto Nacional Indigenista (INI), ahora Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), un total de 16 trabajos documentales en formato de video digital, que se proyectarán hasta el 17 de junio.

La inauguración se realizó con la conferencia titulada Testimonios del cine indigenista y la producción en video, donde participaron Luis Lupone, Neyra Alvarado, Henner Hofmann, Juan Carlos Colín, José Antonio Guzmán, Mario Luna, Pedro Daniel López y Xilonen Luna Ruiz, como moderadora, además del director de la CDI, Javier Abreu Sierra, quien en su intervención, además de mostrar su felicidad por el ciclo pugnó por que en las políticas públicas se incluya a las comunidades y pueblos indígenas.

La política pública tiene que cambiar; el Estado debe fomentar una política pública indigenista, promovida y construida por los pueblos y comunidades. Más que la investigación, hoy día nos interesa que los indígenas den a conocer sus cosmovisiones.

Abreu Sierra también mencionó que es imposible que una política pública pueda ser aplicable a la multiculturalidad de México, pues se requiere que se tome en cuenta la cosmovisión, la forma de ver la vida de cada comunidad, para que el vivir bien de las comunidades indígenas esté de acuerdo a sus usos, costumbres, creencias, valores saberes y a lo que son ellos.

Dijo que los indígenas ya no desean ser los más pobres y marginados, pero sí seguir siendo indígenas.

Colección que data de los años 40

En su oportunidad, el cineasta mexicano Juan Carlos Colín, aseguró que el cine indigenista está marginado, en el olvido, y pugnó por una mayor difusión y exhibición de las cintas: El cine indigenista, al igual que su gente, está muy marginado, y es muy difícil que tenga acceso. Claro, ahora es más fácil filmar, pero, ¿dónde se proyectarán?, ¿cómo se enterará la gente?

Al respecto, Xilonen María del Carmen Luna Ruiz, directora de Acervos Culturales y Documentales del CDI, dijo que esa institución posee acervos desde la década de los 40. Agregó que dentro de los archivos fílmicos se cuenta con 3 mil cintas en 16 y 35 milímetros, que documentan no sólo las acciones indigenistas, sino la vida cultural y económica de las comunidades indígenas en México.

En su intervención, Luis Lupone narró sus vivencias como director, fotógrafo y asistente de director en la realización: Íbamos a filmar en las peores condiciones y los más difícil era ganarte la confianza de las comunidades indígenas, porque hay que recordar que Sergei Eisenstein vino a filmar en 1933 y pagaba un dólar y medio para que se dejaran fotografiar, entonces para algunos la cámara sólo significaba dinero. Nosotros trabajamos con las mejores intenciones.

La serie de videos El Cine Indigenista hace un recorrido por la memoria fílmica institucional de 39 años de quehacer cinematográfico desde 1956.

Es un reflejo de las políticas públicas que siguió la institución desde sus primeros años; según el CDI, estas producciones han sido remasterizadas (con corrección de color y audio), y constituyen una muestra excepcional del cine etnográfico que se ha desarrollado en México: Son ejemplos del vínculo del arte cinematográfico, la investigación antropológica y la participación indígena. A lo largo de medio siglo de cine indigenista han pasado de ser objeto de observación en las filmaciones, a sujetos sociales, al apropirse de éste medio de comunicación con una participación activa en la decisión sobre los temas que se abordan, dijo Luna Ruiz.

Reveló que en el ciclo de Cine Indigenista en la Cineteca Nacional se mostrará la tercera y última parte de la serie.

Refirió que ambas colecciones, que forman parte del presente ciclo, surgieron del apoyo del proyecto Ollin Yoliztli, del Fondo Nacional para las Actividades Sociales. Figuraron además otras instituciones, entre las que se encuentran la Coordinación General del Plan Nacional de Zonas Deprimidas y Grupos Marginados, Instituto Mexicano de Cinematografía y la Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos. Con todas se buscó rescatar el patrimonio cultural de los pueblos indígenas de México a través de la fotografía, el registro fílmico y sonoro; las filmaciones se realizaron en 35 y 16 milímetros.

Estos trabajos, abundó, dieron pie a la producción en video que se realizó posteriormente, durante los años 90, y que se ha continuado hasta la fecha, a través del proyecto Registro sobre la situación actual de los pueblos Indígenas.

Por su parte, la serie Pueblos Indígenas de México es un esfuerzo por contribuir a la difusión de la diversidad étnica y cultural de los pueblos indígenas en México. Con estos videos, dijo, se intentó dar a conocer a la sociedad en general las formas de vida, la organización comunitaria tradicional económica y social de los pueblos indígenas de nuestro país.

El ciclo de cine indigenista en la Cineteca Nacional se extenderá hasta el próximo 17 de junio.