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Desde Otras Ciudades

Hotel juega con la historia

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Aspectos del inmueble tomadas de la página web del hotelFoto tomadas de la página web del hotel
B

erlín. El pueblo alemán que se hizo famoso por la leyenda del siglo 16 que inspiró la conocida fábula del Flautista de Hamelin, ha vuelto a la notoriedad tras un escándalo suscitado esta semana por uno de sus hoteles.

En el Hotel de la ciudad de Hamelin se llevan a cabo fiestas de broma que han irritado a algunos historiadores de la ciudad por llevarse a cabo en las mazmorras usadas por los nazis para torturar a sus enemigos, informó el diario The Independent.

En la antigua prisión prusiana de más de 200 años de antigüedad, más de 470 prisioneros fueron ejecutados, torturados o murieron por inanición a manos de soldados alemanes.

Convertida en 1993 en el Hotel de la ciudad de Hamelin, la ex prisión aún conserva sus sótanos intactos, y cómo parte de su oferta para atrapar clientes, ofrece las populares fiestas en prisión.

En esos convivios por los que los asistentes pagan un cover de 44 euros –724 pesos mexicanos–, los invitados visten uniformes a rayas que emulan las antiguas ropas de la cárcel, y son vigilados por parte del personal del hotel, quienes simulan ser custodios de una prisión.

La página web del Hotel de la ciudad de Hamelin anuncia que cada prisionero que sea detenido deberá entrar a prisión sobrio y aseado, y advierte que cualquiera que desee ir al baño tendrá que llamar la atención de los guardias para pedirles permiso de ir a hacer sus necesidades.

El sitio web del mencionado hotel muestra fotos de custodios con macana en mano que encarcelan a los invitados en celdas de madera, y sugiere reservar el sitio para fiestas de empleados donde el jefe podrá ser confinado en una celda para amenizar el encuentro.

La web omite mencionar el pasado nazi de Hamelin, y sólo dice que las mazmorras correspondieron alguna vez a un centro de detención prusiano.

Mientras algunos disfrutan de las fiestas en prisión del Hotel de la ciudad de Hamelin, a otros, como al profesor en historia Michael Born le parecen ofensivas, concluyó el reporte de The Independent..