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Seguirá viviendo y trabajando en la isla, afirma Pedro Pablo Oliva

Pintor cubano fue destituido como diputado provincial por disidente
Corresponsal
Periódico La Jornada
Viernes 27 de mayo de 2011, p. 32

La Habana, 26 de mayo. Un artista con reconocimientos oficiales fue destituido como diputado provincial por disidente y anexionista, entre otros cargos, pero el afectado rechazó las acusaciones y aseguró que seguirá residiendo y trabajando en Cuba.

El caso tomó estado público esta semana, cuando el pintor y promotor cultural Pedro Pablo Oliva publicó en su sitio (www.pedropablooliva.com) su versión de su destitución como delegado a la Asamblea Provincial del Poder Popular de su natal Pinar del Río (occidente). Hasta hoy no se conoce una explicación oficial.

Oliva, de 62 años de edad, fue Premio Nacional de Artes Plásticas en 2006, por lo cual tuvo la exposición estelar que le correspondía, en el Museo de Bellas Artes. Ha expuesto en Estados Unidos, Europa y América Latina y cuadros suyos se han subastado en la ciudad de Nueva York.

Desde que surgió la actual estructura institucional cubana, en 1976, diputados nacionales y regionales han sido depuestos por corrupción o por descalificación política, pero no hay registro público de un caso en donde se hayan alegado los cargos que se le imputaron a Oliva.

El pintor aceptó su destitución por violar los estatutos ideológicos y el código de ética de la Asamblea Provincial, al expresar opiniones en carta a la bloguera Yoani Sánchez y en una entrevista radial en Miami, en las que, entre otros puntos, criticó la permanencia indefinida de los dirigentes en los cargos públicos y la existencia de un solo partido en Cuba.

Replicó que ningún órgano de prensa local hubiera publicado sus palabras, pero rechazó, en cambio, haber pasado a las filas de la disidencia, en los términos que políticamente se valora en el país, o ser traidor a la patria y hasta anexionista (favorable a la anexión cubana a Estados Unidos), como lo llamaron los diputados de Pinar del Río, de acuerdo con su relato.

Me niego a aceptar esas acusaciones por el solo hecho de haber expresado mis ideas, subrayó.

Una consecuencia del choque fue el cierre de la casa-taller que Oliva sostenía desde hace 13 años en la capital provincial, con un programa cultural y se patrocinaban proyectos de investigación y de creación literaria y audiovisual, entre otras actividades.

La casa cerró de manera consciente y unilateral el 14 de mayo, tras las acusaciones a Oliva y porque las instituciones culturales de la provincia recibieron instrucciones de rechazar la cooperación con ese centro, “bajo el supuesto de que nuestra labor (…) se había corrompido y estaba políticamente motivada”, explicaron los trabajadores (www.casatalleroliva.org).

“Siempre he agradecido a un proceso social llamado revolución y al cual (…) le debo haberme podido formar como creador”, escribió Oliva. Pero soy un hombre que no se queda callado ante lo que considera errado.

No me paga la CIA, no me sostiene la Fundación Cubano Americana, ni ninguna otra, ni las embajadas polaca y checa con las que tengo las mejores relaciones culturales en un clima de respeto, agregó. Creo que fidelidad a la patria no es fidelidad a un partido.

Sé que el presidente de la nación está haciendo esfuerzos por organizar nuestra maltrecha economía, titánica labor, pero aún más lo será intentar unificar la nación espiritualmente, apuntó el artista. Tengo el derecho a no estar de acuerdo con un método u otro. Tengo el derecho a la duda.