De los 54 arcos detectores de armas y metales que operan en las dos terminales del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), 12 de ellos, 22 por ciento, han concluido su vida útil de cinco años; la adquisición de algunos de estos equipos de seguridad data de 1996, y otros, de 2000.

El aeropuerto capitalino destinó 171.9 millones de pesos para el mantenimiento y revisión periódica de dichos arcos entre 2008 y 2010, además de que tiene prevista otra partida presupuestal de 107 millones para el presente año. Es decir, en sólo cuatro años destinará casi 279 millones de pesos para el mantenimiento de los equipos.

Un aparato nuevo, de la marca Garret, modelo 6500iTM, para aplicaciones de seguridad en aeropuertos, embajadas y reclusorios tiene un costo de 49 mil 900 pesos. De acuerdo con información del fabricante, el arco tiene los más altos estándares internacionales regulatorios y cuenta con el nuevo sistema de detección realzada de metal de la Administración de Seguridad de Transportación (TSA, por sus siglas en inglés), requerido por todos los aeropuertos en Estados Unidos.

De acuerdo con información proporcionada por el Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (Ifai), el aeropuerto capitalino reporta que 11 de los detectores que han concluido su vida útil se ubican en la Terminal 1, mientras los restantes se encuentran operando en la Terminal 2.

En respuesta a la solicitud de información con folio 8011 del presente año, se precisa que del total de arcos detectores fijos que se encuentran operando en la principal terminal aérea del país, 30 están en la T1 y 24 en la T2.

Los aparatos de seguridad han sido adquiridos a siete empresas distintas, algunos mediante asignación directa y otros por licitación. Sin embargo, sobre el equipo marca Rapiscan, Héctor Velázquez Corona, director del AICM, responde que no se tienen datos de la forma de adquisición, debido a que ya estaba incluido en el proyecto que realizó Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA) para la Terminal 2, la cual entró en operaciones en noviembre de 2007.

Terminal segura

De esta forma, el equipo de seguridad que opera en el aeropuerto capitalino es de diferentes marcas y pertenece a una amplia gama de empresas, entre ellas L3 Communication, General Electric, Implant Sciences Corporation, Garret, Rapiscan, CEIA y Smth Heiman, situación que dificulta el mantenimiento de los aparatos de seguridad, que son de los múltiples requisitos impuestos por los organismos y agencias internacionales de aviación.

La información entregada por el AICM asegura que los 54 arcos detectores fijos se encuentran operando normalmente, y ninguno está fuera de funcionamiento a causa de revisión o mantenimiento.

Las dos terminales del aeropuerto también cuentan con 60 equipos de detección de explosivos, 200 detectores portátiles de metales, 60 máquinas de rayos X para inspección de equipaje de mano, dos unidades móviles de búsqueda de explosivos y dos camiones de rayos X móviles, con penetración de hasta 30 centímetros de acero, para ubicarla como una de las terminales más seguras de América Latina, según Velázquez Corona.