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Primero se asesinó a los 14 reos y luego se incineraron los cadáveres

Provocado, el incendio en el penal de Apodaca; hay un custodio detenido
Corresponsal
Periódico La Jornada
Lunes 23 de mayo de 2011, p. 14

Monterrey NL, 22 de mayo. De acuerdo con investigaciones de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), el incendio que ocurrió el viernes pasado en el área de siquiatría del Centro de Readaptación Social (Cereso) de Apodaca, en el que 14 internos perdieron la vida, fue provocado, informó el vocero de seguridad estatal, Jorge Domene. Además, dio a conocer que se detuvo al encargado de turno de custodios, Claudio Sánchez López, por supuestos delitos en contra de la procuración de justicia.

En tanto, el Grupo de Homicidios de la PGJE, elementos periciales y del Servicio Médico Forense investigan la causa de la muerte de un reo del Penal del Topo Chico –ubicado en Monterrey–, cuya identidad no se ha revelado. Al momento, no se descarta que el deceso se deba a causas naturales.

Jorge Domene afirmó que los reos muertos el viernes primero fueron asesinados y después calcinados, y que ya se tienen individualizados a otros cuatro convictos más que pueden estar implicados en estos hechos.

Los fallecidos fueron identificados como Juan Carlos Molina Saavedra, Jesús Marcelino Rosales Galván y Antonio Martínez Hernández, detenidos en un operativo en La Risca. Asimismo, fallecieron Juan Ramón Reséndiz Palomares y Juan Carlos Valencia García, recluidos por participar en una balacera en Los Herrera.

Édgar Torres Hernández y Luis Alberto Pérez Monsiváis ingresaron el 30 de octubre de 2010; Pablo Homero García Cornejo y Édgar Le Mack el pasado 11 de abril y, un día después, Francisco Javier Hernández González, Rosland García Pérez y Mario Guillermo Xicol Kab. Los otros dos muertos se llamaban Luis Alejandro García y Roberto Carlos Sáenz Chapa, recluidos desde el 26 y 15 de marzo del presente año, respectivamente.

Hasta este domingo, sólo seis cuerpos de los 14 reos muertos han sido reclamados por familiares en el Anfiteatro del Hospital Universitario, no obstante que las autoridades informaron a las familias que debían realizarse una prueba de ADN para confirmar las identidades de las víctimas, por las quemaduras que presentaban los restos.