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La cinta The must be the place, del italiano Paolo Sorrentino, dividió opiniones

Sean Penn, transformado en un viejo roquero gótico, sobresalió en Cannes

Proyectan Esto no es un filme, enviado clandestinamente por el iraní Panahi, preso en su país

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Antes de la proyección de Drive, un invitado no identificado muestra una playera, en alusión a Lars von Trier, declarado non grato en CannesFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Sábado 21 de mayo de 2011, p. a10

Cannes, Francia, 20 de mayo. Un filme del italiano Paolo Sorrentino, This must be the place, con el célebre Sean Penn en el papel de un roquero excéntrico, fue proyectado este viernes, penúltima jornada del concurso por la Palma de Oro del Festival de Cine de Cannes, que será otorgada el domingo.

El protagonista de la jornada de este viernes fue el estadunidense Sean Penn, quien da vida a un viejo roquero gótico –que evoca a Robert Smith, de The Cure–; en el filme, Sorrentino retoma en su título, This must be the place, una canción del grupo Talking Heads.

La desigual película de Sorrentino arrancó aplausos mitigados en la sala, pero la composición del oscarizado Penn, con aire de que ha abusado de las drogas y que kilos de maquillaje lo hacen parecer casi un travesti, sedujo a la crítica internacional.

Sorrentino, que con el Il divo, un retrato cáustico del ex presidente del Consejo italiano Giulio Andreotti, obtuvo el Premio del Jurado en Cannes hace tres años, parece sin embargo perderse en la trama de esta película, que en su segunda parte se convierte en un road movie.

Cheyenne, el viejo roquero gótico, abandona su lujosa mansión en Irlanda y a su esposa Jane –la magnífica actriz Frances McDormand– para ir al sepelio de su padre. Ahí decide partir a la caza de un guardia nazi que atormentó a su padre en el campo de Auschwitz, durante la Segunda Guerra Mundial.

Sin embargo, pese a las debilidades de esta película, algunos periodistas y críticos no descartan que This must be the place, rodada en inglés y con actores estadunidenses, y que incluye las siempre terribles e impactantes imágenes del Holocausto, obtenga el domingo la Palma de Oro.

El danés Nicolas Winding Refn presentó Drive, que también aspira al máximo galardón, la historia de un piloto de automóviles de Los Ángeles, especialista en acrobacias, que conduce en sus ratos libres a bandidos y se ve envuelto por amor en un lío con la mafia.

Critica lo que dijo Von Trier

Winding Refn es uno de los dos directores daneses en concurso por la Palma de Oro, el otro es el veterano Lars von Trier, quien fue declarado “persona non grata” el jueves por haber declarado que Hitler le era simpático. “Lo que dijo Lars von Trier es inaceptable. No comento su película Melancholia porque no la he visto. En Dinamarca impera esa mentalidad estrecha de olvidarnos que hay gente en torno a nosotros. De todas formas que haga lo que quiera, ya tiene 60 años. No me interesa mucho hablar de él”, dijo Winding Refn.

Una película del iraní Jafar Panahi, Esto no es un filme, invitada fuera de concurso a la selección oficial, fue proyectada también este viernes. Panahi se encuentra actualmente en arresto domiciliario en Irán. Fue condenado a seis años de cárcel y a 20 de prohibición de ejercer su oficio por haber filmado en 2010 las manifestaciones de protesta contra el régimen.

Esto no es un filme, hecho clandestinamente, cuenta precisamente los problemas que sufre Panahi y fue enviada al festival de Cannes bajo la forma de una llave USB.

Tras cientos de proyecciones, fiestas extravagantes frente al mar y hasta un escándalo político, protagonizado por el danés Lars von Trier, el festival se encamina hacia su cierre sin ningún claro favorito, aunque suena, con más insistencia que otros, el nombre del finlandés Aki Kaurismaki y de su película Le Havre.

Expulsan a actrices marroquíes

La policía francesa expulsó en el aeropuerto de Niza a dos actrices marroquíes invitadas al Festival Internacional de Cine de Cannes, confirmaron fuentes oficiales.

Se trata de dos integrantes del elenco de la película Sobre la plancha, filme de la cineasta marroquí Leila Kilani que compite por la Cámara de Oro a la Mejor opera prima.

La expulsión fue duramente criticada por la dirección del Centro Cinematográfico Marroquí (CCM), que mediante un comunicado expresó su consternación por la negativa de entrada a Francia de las dos protagonistas del filme, Soufia Issami y Sara Bettioui. Según el CCM, las dos artistas estaban en situación regular, eran invitadas oficiales del festival y el equipo de la cinta las esperaba en el aeropuerto: de Niza para transportarlas a Cannes.

El Ministerio Francés del Interior lamentó el incidente, pero afirmó que la policía gala respetó el procedimiento, ya que las actrices no cumplían con todos los requisitos de entrada.

El equipo de la película afirmó que las intérpretes tenían su visa en regla. De acuerdo con esta fuente, las dos actrices tenían previsto volar de nuevo hoy viernes al aeropuerto de Niza.