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Las protestas contra obras, evidencia del malestar, dice el líder de Ciudadanía y Democracia

Falta de interlocución entre autoridades y vecinos genera conflictos: Ortega

El gobierno debe aceptar expresiones populares al margen de los partidos, afirma

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Joel Ortega, al centro, durante la asamblea de la agrupación política local Ciudadanía y DemocraciaFoto Carlos Cisneros
 
Periódico La Jornada
Domingo 15 de mayo de 2011, p. 36

La falta de nuevos instrumentos de interlocución entre la gestión pública y la comunidad está generando constantes conflictos, particularmente en la realización de obras públicas, que se antojan innecesarios, gastan a un gobierno proveniente de las urnas y ponen en tela de juicio la representación vecinal.

Al advertir lo anterior, el presidente de la agrupación política local Ciudadanía y Democracia, Joel Ortega Cuevas, afirmó que las movilizaciones contra la supervía poniente, la línea 12 del Metro, el corredor del Metrobús Tenayuca-Etiopía, la construcción de torres en Polanco y Las Lomas de Chapultepec, así como la enajenación de espacios públicos en Azcapotzalco para estadios y foros, y de una calle en la colonia Del Valle para el estacionamiento de una tienda de autoservicio, hacen evidente la ausencia de dichos instrumentos de interlocución.

Pero antes, Ortega consideró que el gobierno debe aceptar que existe una ciudadanía que quiere tener expresión y voz al margen de los partidos políticos, que es crítica, con mayor conocimiento de su entorno, de la ley y de sus derechos.

Al tomar posesión ayer como presidente del comité ejecutivo de la agrupación, Ortega Cuevas dijo que el gobierno de la ciudad debe refrescar los esquemas clásicos de negociación y de concertación ciudadana, comenzando por reconocer la necesidad de ceder espacio político a las delegaciones en la gestión diaria hacia los ciudadanos y la toma de decisiones sobre obra pública.

“Nosotros hemos planteado que es preciso constituir comités ciudadanos de acompañamiento para la realización de los grandes proyectos de obra pública que de manera natural van a afectar la vida y el entorno de importantes segmentos de la vida vecinal, sabiendo que más tarde que temprano los vecinos van a protestar, no sólo por la falta de transparencia y desconocimiento, sino por la exclusión de sus opiniones y la afectación de sus intereses.

“En un gobierno democrático –agregó– ésta debería ser una norma de conducta indispensable y recuperaría eficacia y credibilidad.”

Luego de anunciar que Ciudadanía y Democracia comenzará en junio una serie de conferencias temáticas para conjuntar propuestas e ideas de los ciudadanos y especialistas, el ex jefe de la policía capitalina advirtió en entrevista que si los gobiernos y los partidos políticos no escuchan las propuestas de los ciudadanos y se esperan al arranque de las campañas electorales en 2012 para querer organizar foros y consultas, se enfrentarán a una mayor apatía y abstencionismo ante el disenso entre lo que quiere la sociedad y lo que ellos plantean.