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Teatro UNAM busca con la obra de Stoppard una reflexión sobre la izquierda: Ruizpalacios

El rock enarbola la verdadera libertad, porque la revolución está en la conciencia

No se trata de comunismo o capitalismo, sino de una manera intuitiva y subversiva de ver el mundo

En el texto original no se alude a Cuba, pero nosotros lo hacemos, dice el director

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Puesta en escena de la obra Rock’n’Roll, del dramaturgo británico, de origen checo, Tom Stoppard, que se presenta en el teatro Juan Ruiz de Alarcón del Centro Cultural Universitario (Insurgentes Sur 3000)Foto Cortesía UNAM
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Aspecto de la puesta en escena de la obra Rock’n’Roll, del dramaturgo británico, de origen checo, Tom Stoppard, que se presenta en el teatro Juan Ruiz de Alarcón del Centro Cultural Universitario (Insurgentes Sur 3000)Foto Cortesía UNAM
 
Periódico La Jornada
Miércoles 11 de mayo de 2011, p. 4

Una de las más importantes aspiraciones del siglo XX, un socialismo democrático y con rostro humano, es el contexto general de la obra Rock’n’Roll, del dramaturgo británico Tom Stoppard, traducida y adaptada por Alfredo Michel, bajo la dirección de Alonso Ruizpalacios, en la que se entremezclan una historia de amor y una historia política, y en la cual el rock representa la verdadera libertad, más allá del dilema entre comunismo y capitalismo, pues se trata de una revolución de la conciencia.

Vínculos con las guerras fría y sucia

Antes de comenzar un ensayo en el escenario ampliado del teatro Juan Ruiz de Alarcón, del Centro Cultural Universitario, en el que predominan escritorios y archiveros y hasta se incluye a un grupo de rock en vivo, Ruizpalacios comenta a La Jornada que la obra abarca casi 30 años de la historia de Checoslovaquia –ahora dividida entre las repúblicas Checa y Eslovaca–, que comienzan con la entrada de los tanques soviéticos a Praga, para frenar las reformas democráticas del 68 del gobierno de Alexander Dubcek, e incluyen la caída del Muro de Berlín, en 1989.

–¿Qué retos se fijó para montarla en México y en la UNAM?

–Una de las primeras preguntas que tuve cuando Enrique Singer me ofreció dirigir este texto, y que todos los actores me hicieron después cuando los contraté, fue: ¿qué tiene que ver con nosotros? A primera vista no es tan claro. Lo interesante es justo lo que se descubre cuando empiezas a escarbar en esos temas, cuando ves lo que ocurrió en el 68, mundialmente y en México, y cuando ves lo que sucedió con la represión y cómo hay muchos vínculos con la guerra fría y con la guerra sucia en México. También aquí hubo restricción de libertades.

“Otro ejemplo es que en la obra original de Stoppard casi nunca se menciona a Cuba. De hecho, creo que nunca se menciona. Y nosotros metimos muchas alusiones, trasladamos a Cuba muchas de las menciones que se ha-cían a los países del bloque socialista, porque es algo que tenemos mucho más cercano.

Aparte, al final la obra es una reflexión de cómo el rock and roll representa la verdadera libertad. Están en esta discusión política: que si el sistema ideal es el capitalismo o el comunismo, y el rock and roll se presenta como una cosa que está en medio de los dos y que no quiere saber nada de ninguno de ellos. Representa la verdadera revolución que, según uno de los personajes, es la revolución de la conciencia, donde está la verdadera revolución.

–Ahora muchos ya no hablan en términos ideológicos, sino de una mayor conciencia acerca de varios problemas.

–En ese sentido, el rock and roll se presenta como un salvador. No es izquierda ni derecha ni centro, es simplemente otra manera de ver el mundo. Es una manera más intuitiva y verdaderamente subversiva. Lo que cuestiona la obra, a través del personaje de Jan, es dónde está la verdadera subversión, porque en Checoslovaquia, país que ya no existe, se divide la gente entre la oposición oficial y los que se alinean al gobierno. Es la oposición encabezada por Vaclav Havel y otros intelectuales checos.

Y dentro de la obra está la discusión de que los roqueros no pertenecen a esta oposición oficial porque no juegan el juego del sistema, que dicta los parámetros mediante los cuales se lleva a cabo la discusión, y no negocian con ninguno de los dos. Por eso en la obra son los representantes de la verdadera libertad. Lo chistoso es que estamos hablando de un país (Checoslovaquia) que ya no existe, de una ideología que está casi completamente extinta.

Sin embargo, Ruizpalacios destaca que algo interesante para el elenco fue recordar cuál es la idea central detrás del comunismo. Descubrir que hay muchas cosas muy valiosas en ese planteamiento y que están muy alejadas de lo que propone la izquierda actual en México y en el mundo.

Y esa también, agrega, era una de las preocupaciones de Teatro UNAM: detonar una reflexión en torno a qué ha pasado con la verdadera izquierda en México y dónde está.

Recuerda que en la obra un personaje dice acerca del comunismo y de su desastrosa y presunta puesta en práctica: Es una bella idea, pero en los tiempos equivocados. La humanidad no ha estado lista para ejercer la verdadera horizontalidad.

La cultura es política

Alonso Ruizpalacios, director de la obra Rock’n’Roll, señala que otro tema es la burocracia. “Es algo en lo que el público mexicano se va a conectar inmediatamente, ya que todos somos presas de la burocracia. Leímos que cuando se abrieron las oficinas de la policía secreta checa, que se llamaba la Státní Bezpeãnost, tenían un total de archivos que juntaba 30 kilómetros de conversaciones entre parejas, amigos, familiares.

Son archivos y archivos de basura, de las nimiedades de la vida cotidiana de las personas, kilómetros y kilómetros y kilómetros de espionaje. Esa imagen de la vida privada siendo archivada de esa manera es el corazón de nuestro montaje. Lo que hacemos es abrir los archivos de la historia para estudiarlos y ver qué ocurrió y tratar de hacer un sentido de todo esto.

Tras plantear que al parecer en principio la política aleja a las personas de la conciencia de la vida cotidiana, Ruizpalacios comenta: “Tom Stoppard dice en la introducción a Rock’n’Roll que la cultura es política. Por tanto, el rock and roll y el teatro también son política. Aunque no estés haciendo política directamente, todos los actos humanos son políticos.”