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Se prevé que asistan 300 mil personas en las tres fechas, cifra que rompería récords

360 Grados de U2, “el show más grande del mundo”: Jake Berry

Cientos de fans de la banda vivieron nueve días afuera del Azteca

Es espiritual, dijo El Cuervo, el segundo que entrará al estadio en el primer concierto, quien incluso renunció a su trabajo

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El Cuervo y Víctor, con la guitarra, acamparon a la espera de U2Foto Marco Peláez
 
Periódico La Jornada
Martes 10 de mayo de 2011, p. 9

No es como ir a una peregrinación, pero U2 cambió mi vida, por eso vine a acampar, para asegurarme de estar frente a ellos, dijo un joven apodado El Cuervo, quien será el segundo en ingresar al estadio Azteca, donde este miércoles se exhibirá el espectáculo más grande del mundo, como calificó ayer Jake Berry, director de producción de la gira 360 Grados (con más 30 años de carrera y quien ha estado al frente de los tours Elevation y Vertigo), al primero de los tres conciertos que ofrecerá la banda irlandesa en ese recinto, cuyo escenario, ha sido uno de los más difíciles de montar, por lo complicado de introducir al inmueble el equipo, que fue transportado por 90 camiones.

El Cuervo, así como otros cientos de seguidores de la banda –que obtendrá más de 700 millones de dólares de ganancias por venta de boletos cuando la gira culmine en Canadá, en julio, según la productora del tour, Live Nation–, llegaron desde hace varios días para hacer una fila con sus casas de campaña, y así, ser de los primeros en ingresar a un área general de cancha: una mancha circular que se ubica, si no muy cerca, sí frente al escenario, que se podrá apreciar desde cualquier rincón del estadio, por su logística de 360 grados, principal intención del grupo: ofrecer su show visual y acústico desde cualquier rincón.

Sin bañarse, e incluso renunciando a su trabajo, El Cuervo, quien tiene tatuado en el pecho Vertigo, nombre de la gira de U2, incluso con fecha, dijo: Esto es algo espiritual. Estaba metido en las drogas, pero al entender lo que las letras de las canciones decían mi vida cambió; eso es algo que la gente no comprende, por eso estoy acampando. Espero tatuarme la firma de Bono en el pecho.

Organización de basura

Para Víctor, quien no suelta su lira con calcomanías alusivas a U2, su pasión surgió del gusto de su papá por la banda. Es el número tres en la fila para el concierto del miércoles, pero tendrá que volver a formarse para el próximo, el del sábado, para el cual también tiene boleto. Ya no comentó que hará para el del domingo, que también presenciará. No obstante, se queja por las condiciones en las que son tratados los fans: Organización de basura. Primero no nos querían dejar acampar. Luego es muy complicado hacer los turnos. Respetamos las condiciones y las reglas (para acampar, como no introducir alcohol, drogas ni grabadoras...), pero creo que piensan poco en que sacrificamos mucho por estar aquí; no nos dejan salir.

Para Karolina Orozco, quien lleva varios días acampando, esta aventura la ha indignado. Por tal motivo envió una carta al periódico explicando su caso: “El 6 de mayo pasado, a partir de las cinco de la tarde, en el acceso 3 comenzaron a repartirse los brazaletes de acceso a cancha. Quienes tuvimos la gran oportunidad de enterarnos hicimos lo que pudimos para correr a nuestros hogares por los boletos y regresar al estadio para obtener nuestro brazalete, pero una vez en el Azteca nos dieron una noticia que provocó el enojo general: nadie podría salir del estadio hasta después del concierto. Se nos dijo que el brazalete tiene un número que en la fila no será respetado, que sólo era un control para saber cuántas personas estarán en la cancha el día del concierto. También se nos informó que durante los nueve días de campamento no podríamos salir del estacionamiento del Azteca más de tres veces; es decir, a partir de ser sellados –cual ganado– con el número del brazalete sólo podríamos atender nuestras actividades cotidianas en tres ocasiones, y regresar a la fila, eso sí, con la advertencia de perder nuestro lugar si por alguna causa se nos ocurría salir.”

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Escenario conocido como la garra: 180 toneladas de acero y más de 50 metrosFoto Marco Peláez

Abunda: “Una chica muy amable indicaba a todos los que iban llegando las condiciones del lugar, entre ellas, que se podía ingresar con alimentos, pero si se había llegado sin nada, no había ningún problema, pues al interior habían puestos de comida y baños. Lo malo es que la misma señorita, al ser cuestionada sobre el lugar o la persona con quien se debía acudir para poner una queja de todos estos atropellos, muy seriamente respondió: ‘Si yo le digo a mis jefes que no te parece lo que se ha dispuesto, a mi simplemente me van a decir que así debe ser’. Somos seguidores de un grupo de música no títeres. ¿Quién les dijo que tienen el poder para obligarnos a pasar una semana en las inmediaciones del estadio. Nos encanta U2, pero no merecemos que pretendan transgredir nuestra dignidad. Los u2reros sólo pretendemos un momento de diversión, no una semana de sacrificios.”

Sin embargo, los seguidores no se desesperan por no poder lavarse o comer bien. Quieren estar entre los cerca de tres mil privilegiados que disfruten este concierto desde esa zona, aunque los promotes argumenten que por el tipo de producción, el espectáculo lo podrán disfrutar todos.

Días para armar

Por ello, Jake Berry dice que es la más grande producción en la historia del rock. Uno de los detalles, como comentó ayer en un recorrido, es la llamada garra: escenario con formato de 360 grados que permitirá a los asistentes gran visibilidad. Está constitutido por cuatro patas de acero que se juntan en el centro, en el que cuelga un sistema cilíndrico de video intercalado con paneles de leds. Tiene 72 subwoofers, que en conjunto dan la posibilidad de vivir una experiencia de 360 grados.

La idea de la pantalla cilíndrica, de 500 mil pixeles, ha sido discutida por muchos años, como dijo el director y diseñador de la gira, Willie Williams (encargado de esta área de los tours: War, en 1983; Unforgettable Fire, Joshua Tree, LoveTown, ZooTV, PopMart, Elevation y Vertigo, en 2006. En una cena después de un concierto del último tour), quien propuso a la banda este modelo de escenario. Fue aceptado por U2, y la empresa encargada de construirlo fue la belga Stageco, que incorporó innovadores sistemas hidráulicos, que pueden soportar hasta 180 toneladas, por su estructura de acero, cuya altura supera los 50 metros.

Tardaron seis días en armar el proscenio, pero en 48 horas lo desmantelarán y sacarán del estadio, al que en los tres conciertos (que a decir el representante de Live Nation, Craig Evans, se abrió la venta para mil lugares más en cada uno de las tres presentaciones), se prevé que asistan 300 mil personas; de ser así, se romperían récords de asistencia, según datos de la promotora Ocesa.

Con esta, será la cuarta vez que U2 toque en México. La primera, en noviembre de 1992 cuando dio cuatro shows del Zoo TV Tour, en el Palacio de los Deportes. Luego, en diciembre de 1997 regresaron al Foro Sol, donde dieron dos recitales del Pop Mart Tour. Hay que recordar que durante el primer espectáculo se suscitó el conocido conflicto con los hijos del ex presidente Ernesto Zedillo, en el que sus entonces guaruras golpearon al jefe de seguridad de la banda, por lo que la agrupación no quería regresar al país. Sin embargo, en 2006, U2 trajo a nuestra tierra la gira Vertigo. En febrero actuaron en el estadio Tecnológico de Monterrey y luego en el Coloso de Santa Úrsula.