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Homenajes a María Elena Walsh y David Viñas abren la posibilidad del discurso literario

La polémica política enrarece el ambiente de la Feria del Libro de Buenos Aires
Corresponsal
Periódico La Jornada
Sábado 23 de abril de 2011, p. 5

Buenos Aires, 22 de abril. La 37 feria del Libro de Buenos Aires, declarada Capital Mundial del Libro 2011 por la Unesco, estuvo marcada desde sus comienzos por la polémica política y durante la inauguración fue notorio el enfrentamiento entre el Gobierno Nacional y el de la ciudad, cuyo intendente –el empresario Mauricio Macri–, fue anfitrión de un cónclave de ultraderecha al que evidentemente se hizo coincidir con el mayor acto cultural del país.

La postura de Macri, dirigente de derecha, que lidera la Fundación Pensar ligada a la estadunidense Heritage, desplazó el tema central de la feria a una cuestión de golpes políticos diversos.

La invitación al escritor Mario Vargas Llosa se hizo coincidir con el cónclave de la ultraderecha internacional, con presencias poco gratas como la del ex presidente español José María Aznar y otras figuras del conservadurismo fundamentalista, lo cual desvió la atención inevitablemente.

La reciente aparición de una carta del filósofo Horacio González, director de la Biblioteca Nacional, en la cual rechazaba que Vargas Llosa inaugurara la Feria del Libro por sus posiciones políticas a escala internacional, logró de alguna manera que la presentación de una conferencia del novelista sucediera durante el segundo día de la feria.

González, quien es una de las figuras de Carta Abierta, una iniciativa de escritores, cineastas, intelectuales y profesionales  surgida en defensa del gobierno nacional a partir de un cierre patronal de entidades agrarias que entre marzo y julio de 2008 puso al país al borde de un golpe de Estado, retó en estos días a Vargas Llosa a un debate público.

Vargas Llosa, esquivo

La diferencia entre las anteriores intendencias de Buenos Aires y la actual es evidente, ya que en lo que va del gobierno que comenzó en diciembre de 2007, Macri ha desmantelado una cantidad de iniciativas culturales populares, como el ballet de la entidad, afectado a los trabajadores y músicos del Teatro Colón, alquilado el teatro San Martín de la ciudad, para fiestas de empresarios amigos, entre otras muchas medidas que han sido fuente de conflictos permanentes.

Su concepción de la Feria del Libro es comercial y ostentosa ha señalado un grupo de escritores jóvenes. Y la inauguración fue una toma de posiciones de los representantes del gobierno de la nación y la ciudad, mientras que los homenajes a David Viñas y María Elena Walsh, recientemente fallecidos, abrieron la posibilidad del discurso literario de la feria, que ocupa el mayor espacio desde su inauguración hace 37 años.

Por estas horas, Vargas Llosa ha elegido esquivar en lo posible toda manifestación política fuerte, ya que este escenario no da para eso, como él mismo ha advertido. Se presenta como un liberal de viejo cuño, que nada tiene que ver con sus discursos recientes en otros países.

En tanto el filósofo español Fernando Savater eligió el camino de denostar al peronismo, una de cuyas ramas gobierna el país, al decir que declararse “peronista es semejante a llamarse Tiranosaurio Rex o algo por el estilo”, lo que provocó una fuerte reacción del jefe de Gabinete, Aníbal Fernández.

El contenido de los discursos del primer día de exposición marcó el sello político de esta feria, pero el público podrá asistir a exhibiciones cinematográficas y actividades teatrales también ligadas con la memoria y la identidad y, por supuesto, los derechos humanos, que se han convertido en un clásico que lleva mucho público a la feria.

El nuevo presidente de la Fundación El libro, Gustavo Canevaro, recordó la importancia de lo sucedido en la Feria de Frankfurt el año pasado dedicada a Argentina, a la que asistió la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

Se destacó el Programa sur de traducciones, con el cual la Cancillería hizo traducir libros para Alemania, y dijo que los editores deben pensar en un mercado de 200 millones de lectores, en lugar de limitarse a los 40 millones de Argentina.