Mundo
Ver día anteriorJueves 21 de abril de 2011Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

El premier quiere hacer de la economía del país la quinta del mundo

Vladimir Putin no abandona la idea de volver a la presidencia de Rusia en 2012
Corresponsal
Periódico La Jornada
Jueves 21 de abril de 2011, p. 18

Moscú, 20 de abril. Al presentar ante los diputados de la Duma su informe anual como jefe de gobierno, el tercero desde que ocupa el cargo de primer ministro, Vladimir Putin dio hoy muestras sobradas de que no abandona la idea de volver a ser presidente de Rusia a partir de 2012.

Antes, por supuesto, tendrá que ponerse de acuerdo con su socio, Dimitri Medvediev, el actual inquilino del Kremlin, quien tampoco parece hacerse a la idea de renunciar a la relección para facilitar el retorno triunfal de Putin como jefe de Estado.

Pero Putin no habló como alguien que le falta un año para concluir su carrera política con un decoroso retiro, sino fijó metas para los próximos 10 años, estando él –en uno u otro cargo, no importa cómo se denomine– al frente de la conducción de Rusia al menos hasta 2022, los siguientes dos periodos presidenciales.

El país necesita un decenio de desarrollo estable, con tranquilidad, sin ningún tipo de sobresaltos ni de experimentos injustificados, que muchas veces son producto de una especie de liberalismo infundado o, por otro lado, de demagogia social.

Este párrafo resume la apuesta prelectoral de quien ya fue presidente durante ocho años, de 2000 a 2008, y no pudo presentarse a un tercer mandato consecutivo, impedido por la Constitución, y colocó en el Kremlin a su colaborador más cercano.

Surgió el Ejecutivo bicéfalo que gobierna Rusia desde entonces. Para mantener intacto el estado de cosas, Putin pidió, primero, preservar la paz social y, entre las etnias, evitar cualquier intento de escindir y contraponer a nuestra sociedad.

Y después que Rusia sea independiente y fuerte para que nadie le imponga políticas desde el exterior. Seamos sinceros: en el mundo actual, si eres débil, sin falta habrá quien quiera venir y aconsejarte hacia adónde ir, cuál política aplicar, qué camino debes elegir para tu propio país.

Sin embargo, detrás de las recomendaciones bien intencionadas, aparece casi siempre el dictado grosero y la injerencia abierta en lo que son asuntos internos de un Estado independiente, según Putin.

La recuperación económica, para el optimista premier, es mérito del gobierno y sus políticas y no afortunado resultado del incremento de los precios del petróleo, el gas natural, los metales, los productos químicos y los demás rubros que exporta Rusia.

El guión no preveía debates de los diputados con el primer ministro, toda vez que la bancada oficialista de Rusia Unida domina la mayoría constitucional de tres cuartos del total de votos y que, además, Putin es el presidente de dicho partido.

Por lo mismo, esa mayoría aplaudió ahora que Putin pretenda hacer de la economía rusa la quinta del mundo por el volumen del producto interno bruto (PIB) en 2020.

A la vez, ninguno de estos legisladores oficialistas se atrevió a preguntar qué pasó con sus anteriores promesas, por ejemplo, que Rusia iba a alcanzar a Portugal (promesa de 1999) o duplicar su PIB (ofrecimiento de 2003), por mencionar sólo dos.

Dentro de 10 años, dice Putin, Rusia podrá duplicar la productividad del trabajo y el PIB per cápita ruso deberá superar los 35 mil dólares, más que los indicadores que registran en este momento Francia o Italia.

Al margen de cómo se vea en 2012 –sostiene en un editorial el diario digital gazeta.ru–, como presidente, como primer ministro o como líder de la nación estilo Muammar Kadafi sin un cargo de Estado específico, la sociedad recibió hoy un mensaje muy claro: Putin no tiene ninguna intención de ceder el poder.