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Podrían amenazar la seguridad nacional, dijo el heredero del KGB

Niega Rusia planes de prohibir uso de Skype, Gmail y otros recursos de Internet
Corresponsal
Periódico La Jornada
Lunes 11 de abril de 2011, p. 36

Moscú, 10 de abril. Ante el gran escándalo que generó en este país, el Servicio Federal de Seguridad (FSB, por sus siglas en ruso), sucesor del KGB soviético, negó tener planes de prohibir en Rusia el uso de Skype, Gmail, Hotmail y otros populares recursos de Internet.

Aleksandr Andreyechkin, jefe del centro de protección de la información y las comunicaciones especiales del FSB, al hablar el viernes anterior en la comisión gubernamental de comunicación y nuevas tecnologías, dio a entender que era conveniente impedir el acceso de los ciudadanos rusos a esos servicios.

Argumentó que el método de cifrado que utilizan, por estar fuera del control del FSB, podría llegar a constituir una seria amenaza a la seguridad nacional del país.

De inmediato, se interpretó como un intento de cabildear un proyecto comercial de correo electrónico y de IP-telefonía propios, en el mejor de los casos, y en el peor, como una medida preventiva para evitar que el uso de Internet pudiera ser catalizador de protestas en Rusia, como sucedió en el norte de África.

El viceministro de Comunicaciones, Ilia Massuj, comentó que la declaración del representante del FSB originó entre los miembros de la comisión una acalorada discusión, aunque el Ministerio tiene claro que no se deben tomar medidas técnicas para impedir el acceso de los ciudadanos.

Esta discusión, poco después, derivó en una nueva polémica entre el entorno del titular del Kremlin, Dimitri Medvediev, y el del primer ministro, Vladimir Putin, como la que mantuvieron sobre la posición de Rusia respecto de Libia en el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas.

La Oficina de la Presidencia, por condcuto de un funcionario no identificado, declaró a una agencia noticiosa local que el representante del FSB, sin duda, expresó su opinión personal, no la del Estado.

Dijo que Andreyechkin se atribuyó funciones que no le corresponden y sacó conclusiones precipitadas en relación con estos populares servicios y recordó que el FSB debe limitarse a garantizar la seguridad de la información, y no dedicarse a proponer prohibiciones”.

El equipo de Putin no tardó en salir a escena. Su portavoz, Dimitri Peskov, señaló a otra agencia noticiosa local que, en el tema del uso de Internet en Rusia, hay opiniones encontradas, pero subrayó que Andreyechkin no pudo expresar una opinión personal, sino una postura institucional.

Se trata de una posición fundamentada, que se basa en las tareas del FSB, si bien existen otras opiniones que deberán sopesarse, añadió Peskov.

El presidente del Consejo para los Derechos Humanos, adjunto a la Presidencia de Rusia, Mijail Fedotov, no quiso mantenerse al margen de la polémica y afirmó que no hay razón legal alguna para ese tipo de prohibiciones.

“Si no saben controlar, aprendan –recomendó Fedotov al FSB y resumió–: de lo contrario se puede llegar a proscribir Facebook, Twitter y, en última instancia, toda la Internet.”

El FSB, finalmente, dio marchar atrás. Por ahora.