Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER  
Domingo 10 de abril de 2011 Num: 840

Portada

Presentación

Bazar de asombros
Hugo Gutiérrez Vega

La violencia en Cuernavaca
Ricardo Venegas

La raza cósmica:
85 años de utopía

Andreas Kurz

El blog, otro confín
de la creación literaria

Ricardo Bada

Libertad: la demanda
del mundo árabe

Una entrevista con el poeta sirio Adonis

Tres poemas
Adonis

Guillermo Scully,
las formas, el color
y las amigas

Francesca Gargallo

Leer

Columnas:
Prosa-ismos
Orlando Ortiz

Paso a Retirarme
Ana García Bergua

Bemol Sostenido
Alonso Arreola

Cinexcusas
Luis Tovar

La Jornada Virtual
Naief Yehya

A Lápiz
Enrique López Aguilar

Artes Visuales
Germaine Gómez Haro

Cabezalcubo
Jorge Moch


Directorio
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Alonso Arreola
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La Orquesta Sinfónica YouTube

Hace tiempo que no hablamos de música clásica. Una disculpa a los lectores. Hace mucho, también, que no escribimos sobre repertorio tradicional o folclórico, de electrónica o hip hop. Una de las explicaciones, lamentablemente, es que han muerto varios músicos y nos hemos dedicado a honrarlos. Eso además de la apremiante necesidad –según creemos– de que los amantes de la música reflexionen sobre las increíbles transformaciones en la producción y consumo de obras sonoras. De hecho, el tema que hoy nos ocupa es un reflejo peculiar y valioso de ello; una iniciativa poco difundida que está causando revuelo al más puro estilo viral de internet.

La Orquesta Sinfónica YouTube (así es, del portal de videos online) es un combo de 101 músicos provenientes de treinta y tres países que estrenó su segunda versión en la Opera House de Sydney el 20 de marzo pasado, y cuyo canal cuenta con alrededor de 32 millones de vistas, 71 mil suscriptores y más de 15 mil comentarios en línea. Estos números no son nada despreciables si pensamos que videos como Bad Romance, de la confundida Lady Gaga, anda por los 350 millones, y que el más visto del chelista Yo Yo-Ma no llega a los 7 (que de cualquier forma es una barbaridad, comparado con lo que ofrece hoy la pobre televisión, obviando que quienes hacen clic en la computadora llegan por cuenta e interés propios).

Desde luego se trata de un proyecto prioritario para YouTube, único en su tipo, pero aun así el sitio no ha abusado de su poder y es la propia gente la que determina el éxito de una convocatoria que tiró anzuelos por vez primera en 2008, reuniendo a intérpretes destacados a través de audiciones a larga distancia en 2009, cuando la orquesta trabajó en un campamento de verano y sonó en el Carnegie Hall de Nueva York, bajo la dirección de Michael Tilson Thomas. En ese entonces los músicos hicieron audición con filmaciones alrededor de la pieza “Eroica”, de Tan Dun, las que fueron preseleccionadas por un panel de jueces que luego puso a consideración de los cibernautas la elección final del conjunto.

Lo más interesante es que se podía intentar la membresía tocando instrumentos no incluidos en la partitura original. O sea que desde un principio se trabajó en la posibilidad de ejecutarla adaptándose a los elegidos en internet, casi todos amateurs. Destacó entonces que tres pianistas elegidos eran niños, quienes fueron instruidos por el gran Lang Lang para tocar un vals arreglado de Rachmaninoff a seis manos. Claro está, el resultado fue tan exitoso y súbito, que Mason Bates, renombrado compositor de clásico y electrónica, fue comisionado para crear la segunda aventura de la orquesta, ahora en Australia, nuevamente dirigida por Tilson Thomas. Su pieza se llama “Mothership.” Para ella fue invitado a improvisar en vivo en Sydney, requerimiento que también se exigió a los nuevos intérpretes en sus audiciones. Los dividendos no pudieron ser mejores. El concierto se convirtió en el más visto en la historia de la red.

Por otro lado, la idea de la Orquesta Sinfónica YouTube no se detiene en el cumplimiento de una partitura con músicos de todo el orbe. Dentro de sus objetivos está el de lograr un intercambio de vida sensible, real, que provoque la alianza entre ejecutantes disímbolos geográfica y estilísticamente. Más allá todavía, el canal ofrece un maravilloso instrumento creativo para músicos o melómanos que deseen componer música de una forma atípica, completamente nueva. Sólo se necesita una cámara web instalada en la computadora. Una vez en el canal de la orquesta, hay que imprimir o tomarle foto con el celular a un símbolo que yace en pantalla. Luego hay que echar a andar el software desarrollado por Hyundai y la magia comienza. Al mover el símbolo grabado en una hoja o en el teléfono frente al lente, comienzan a suceder sonidos que pueden grabarse y superponerse. Igualmente, las “composiciones” pueden compartirse con otros usuarios del canal y crecer en la colectividad. Un proceso que verdaderamente nos hace romper las barreras esenciales de la creación y colaboración colectivas. Algo inspirador en un mundo que organiza guerras, secuestros, robos, extorsiones y atentados con la tecnología, pero que también puede inclinarse a la consecución de experimentos llenos de belleza y sentido. Así las cosas, hoy es un buen domingo para, de manera simple y rápida, coquetear con la usualmente detestable realidad de las redes sociales. Adelante, sin miedo, haz clic aquí: www.youtube.com/user/symphony.