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Narcoviolencia

Reincidió en sus críticas a quienes atacan la producción pero no el consumo de drogas

Calderón espera la gloria del triunfo; mantendrá su plan sin ambigüedades
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Felipe Calderón recibió elogios de Michele Leonhart, titular de la DEA, pero al hacer uso de la palabra se lanzó en contra de los que promueven los muy dudosos méritos medicinales de las drogasFoto Reuters
Enviados y corresponsal
Periódico La Jornada
Viernes 8 de abril de 2011, p. 3

Cancún, 7 de abril. Con las manifestaciones de rechazo a su estrategia anticrimen como telón de fondo, el presidente Felipe Calderón se declaró abierto a la crítica o a la propuesta responsable. Pero también advirtió que redoblará su lucha mientras no haya alternativas de menor costo social y se declaró confiado en alcanzar la gloria del triunfo.

Elogiado por Michele Leonhart, titular de la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA), por su liderazgo, el mandatario federal criticó también el tráfico de armas, así como la dualidad de políticas que atacan la producción y tráfico de drogas pero no el consumo. Puso de ejemplo a jóvenes de las universidades más prestigiadas del mundo que ven de “lo más cool y divertido consumir drogas, pero fumar un cigarro es casi pecado capital”, lo mismo que a estrellas de rock.

Al final de la Conferencia Internacional para el Control de las Drogas realizada en este puerto, el Presidente no habló directamente de las marchas contra la violencia efectuadas el día anterior, ni aludió a la aparición de 59 cadáveres en Tamaulipas, sólo insistió en justificar su estrategia. Argumentó que no hay mayor dolor para la sociedad que ver caer a sus jóvenes abatidos por asesinos sin escrúpulos o no hay mayor angustia para una madre que ver a su hijo perdido en las adicciones.

Calderón habló del tema un día después de que miles de personas protestaron contra la violencia y plantearon consignas como sí son nuestros muertos, no es nuestra guerra, luego del asesinato del joven Juan Francisco, hijo del poeta Javier Sicilia, junto con otras seis personas.

El michoacano no cejó en defender su política contra la delincuencia, porque lo que nos mueve es acabar con esa violencia irracional. Y mientras no se muestran alternativas de mayor beneficio o de menor costo social para la sociedad seguiremos siendo contundentes en un combate que no admite titubeos ni ambigüedad.

Reunido con representantes de agencias de seguridad de 120 países parafraseó a Benito Juárez para señalar que todavía habrá necesidad de luchar, porque hay dificultades que vencer, pero las dificultades no harán más que aumentar la gloria del triunfo.

Luego de exaltar la valentía de policías, militares y marinos, afirmó que si algo ha quedado claro en México es que los criminales generan la violencia y hacia ellos se debe apuntar la responsabilidad por actos infrahumanos y verdaderamente bestiales.

Cinco mitos sobre el narcotráfico

Aprovechó su discurso para analizar los que definió como los cinco mitos en torno al narcotráfico. El primero es que este problema es exclusivo de algunas naciones, cuando consideró que compete a todas, y el segundo es que esta lucha es sólo contra las drogas pero es contra la violencia.

No es una opción prescindible, es una obligación legal, ética a la que no debemos renunciar, porque así como hoy se pagan los costos de la inacción de ayer, mañana podría ser más costoso si no se hace nada, expresó.

En cuanto al tercer mito, reprochó –esta vez sin mencionar directamente a Estados Unidos– las incongruencias de quienes pretenden controlar el tráfico de drogas, pero no hacen lo mismo con el de las armas en apego a los intereses de la industria armamentista mundial.

Consideró que el cuarto mito tiene ver con políticas duales que buscan contener el narcotráfico; sin embargo, promueven los muy dudosos méritos medicinales de las drogas, lo que calificó de estrategia mercadológica que terminó siendo una trampa cultural.

Enunció un quinto mito relacionado con la reducción del consumo de drogas mediante un cambio cultural que si bien parece imposible no lo es. Cuestionó así la promoción del uso de ciertas drogas asociado con el placer de personas más admiradas como estrellas de rock, actores y actrices de la industria del cine y campeones olímpicos.