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Los bancos descuidaron la asignación de créditos

Nueva regulación baja a 25% el financiamiento a accionistas

Lo que pasó con el consumo fue que se descuidó la originación crediticia y se dio mucho crédito a mucha gente que no iba a poder pagar, y eso era evidente desde que se daban los créditos. Eso nunca debió haber sucedido

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El presidente de la Comisión Nacional Bancaria, Guillermo Babatz, durante la entrevista con La Jornada en su oficinaFoto Cristina Rodríguez
 
Periódico La Jornada
Miércoles 6 de abril de 2011, p. 33

Los bancos que operan en México fueron descuidados en la asignación de créditos al consumo de las familias, un segmento que antes de la crisis financiera crecía a tasas anuales de 30 por ciento al año. Guillermo Babatz Torres, presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), afirma: “lo que pasó con el consumo fue que se descuidó la originación crediticia; (los bancos) le dieron mucho crédito a mucha gente que no iba a poder pagar, y eso era evidente desde que estaban dando créditos. Eso nunca debió pasar”.

En entrevista con La Jornada, anuncia la inminente entrada en vigor de una norma que limitará a los bancos que operan en el país conceder préstamos a sus accionistas, mecanismo que hasta ahora hace posible con la ley en la mano que retiren vía créditos hasta 50 por ciento del capital invertido. Ese porcentaje se reducirá a 25 por ciento. Hubo muchas resistencias de los banqueros frente a esta norma, relata.

El principal reto es que el crédito de la banca crezca a tasas elevadas, entre 10 y 15 por ciento al año, sin que eso signifique desórdenes ni descalabros, sino que sea sustentable, dice el presidente de la CNBV, organismo regulador del sistema financiero, en los días previos a la 74 Convención Nacional Bancaria.

–¿Qué medidas preventivas se están tomando en la Comisión Bancaria ahora que el crédito comenzó a crecer después de la pausa marcada por la crisis?

–Vemos con muy buenos ojos que el crédito esté creciendo. Es importante para el crecimiento económico que los bancos aumenten el crédito a varias veces lo que está creciendo la economía. Ya entramos en un ciclo de expansión crediticia que está lejos de llegar a su término, y lo que quisiéramos ver es un periodo de expansión crediticia sostenida, que cada año las carteras crediticias aumenten entre 10 y 15 por ciento.

El presidente de la CNBV puntualiza que lo más importante es que la dinámica de crecimiento sea sostenible en el tiempo. Más parecido a lo que pasó en los últimos años con el financiamiento a la vivienda, que aun en los años de crisis repuntó a tasas mayores a 15 por ciento anual; que lo ocurrido con el financiamiento al consumo: después de incrementarse 47 y 36 por ciento en 2005 y 2006, respectivamente, registró tasas negativas a raíz de la crisis de 2009.

En consumo tuvimos crecimientos muy acelerados de 2006 a 2008, que llevaron a pérdidas importantes en los intermediarios, dejaron a muchos hogares con problemas para pagar y a muchos otros que además se les dificulta hoy acceder a más crédito porque están reportados en el Buró. ¿Al final de cuentas para qué? Para que hoy en 2011 tengamos los mismos niveles de crédito que en 2005 en consumo. No podemos permitir que eso vuelva a suceder, ni con consumo ni con ningún otro segmento.

–¿De qué depende hacer sostenible el crecimiento del crédito?

–Las condiciones económicas ahí están. La economía está creciendo, no a las tasas que nos gustaría, pero crece. Parece ser que estamos en un periodo en que puede crecer durante varios años.

“Pero un crecimiento sostenible depende básicamente de que los bancos hagan una buena suscripción (asignación) crediticia y que el crédito que se otorga sea uno que los clientes puedan repagar. Lo que nos pasó con consumo fue que se descuidó la originación creditica y pues se le dio mucho crédito a mucha gente que no iba a poder pagar y eso era evidente desde que estaban dando créditos. Eso nunca debió haber sucedido”.

Guillermo Babatz asegura que la CNBV dispone ahora de mejores herramientas para anticipar cuándo un banco, o bancos, repite la historia de asignar préstamos en los que habrá dificultades de pago para los usuarios.

Estamos recibiendo mes a mes el detalle de la cartera crediticia de los bancos, crédito por crédito. Eso nos permite ver tendencias. Si empezamos a ver tendencias a nivel micro, que nos pudieran adelantar que eventualmente los clientes van a empezar a caer en mora, es cuando tenemos que actuar. Antes lo que recibíamos eran las cifras contables. Nos enterábamos de que las cosas iban mal ya cuando la morosidad estaba arriba.

–El ingreso de comisiones de los bancos ha disminuido como parte del ingreso total. Pero hay otros cobros que hacen, como seguros obligatorios. Siempre ven la forma de sacar más dinero ¿De qué manera actuará la autoridad?

–Es muy difícil saber, como autoridad, si sacan más de lo que deben. Uno tiene que ser cuidadoso. Pero hay elementos donde hay diferencias. En crédito a la vivienda ha habido un esfuerzo real por competir por los consumidores con menor tasa. Hoy el préstamo hipotecario es a tasas fijas de 11 por ciento, 3.5 puntos arriba de lo que le cuesta al gobierno financiarse. Es bastante razonable. En automotriz, también lo vemos como segmento con condiciones bastante competitivas, alrededor de 13 por ciento. El crédito empresarial crece a tasas bastante aceleradas y lo que vemos es que, según el segmento, mientras más pequeña es la empresa los diferenciales son más altos.

En préstamos al consumo sigue habiendo diferenciales que tienen espacio para comprimirse. Lo que tenemos que hacer ahí es insistir en el tema de transparencia. Ahora los consumidores están mucho más informados de lo que estaban antes, y eso ha servido para presionar las tasas. Los bancos empiezan a competir por los mejores clientes y para llevárselos les bajan la tasa.

–En unos cuantos días entra en vigor la regulación para reducir de 50 a 25 por ciento el monto de créditos que, respecto del capital, pueden otorgar los bancos a sus propios accionistas. ¿Cuál fue el sentido de esta regulación?

–No es razonable que nuestra regulación esté insistiendo en que los bancos tengan un nivel de capitalización adecuado, y que luego les permitamos que el equivalente a 50 por ciento de ese capital que ponen en el banco se lo pueda prestar de regreso a quienes aportaron el capital.

–¿Por qué ahora?

–Por dos razones: hoy por hoy no tenemos un problema importante de créditos relacionados, entonces, si hay un buen momento para arreglarlo, es ahora. Hubo resistencia a esto. Pero hay que imaginar la resistencia que hubiera habido si se modificaba la regla cuando realmente fuera un tema donde había un monto importante de créditos relacionados en el sistema. En general toda la regulación muy estricta que se desarrolló en México después de la crisis de 1995, y que es buena parte de lo que nos explica que hoy tenemos un sistema financiero sólido, dejó un poco de lado este tema. Y lo que nos dejó muy claro esta crisis es que no hay ninguna institución en el mundo que esté inmune a un eventual problema financiero.

–¿Cuál es el porcentaje de préstamos relacionados?

–No se decir en términos agregados cuánto había, pero era realmente poco significativo, menos de 5 por ciento a nivel del sistema. En particular había bancos que sí estaban por arriba de 25 y por debajo de 50 por ciento. Pero en términos del sistema, realmente es una porción muy menor.

–¿Esos bancos arriba de 25 eran de los relevantes?

–No. Ninguno de los bancos relevantes en el sistema tenía una proporción importante y por eso a nivel del sistema los montos son relativamente pequeños.

–¿Cómo fueron vencidas las resistencias de que habla?

–El argumento de nosotros es idéntico al que acabo de explicar, son temas de elemental sencillez: porque no quiero que la mitad del capital que te puso tu dueño se lo prestes de regreso. Así de fácil y por más que le pueden dar la vuelta y dorar la píldora ese es el tema. No queremos que eso suceda. La resistencia fue porque para quienes son dueños de los bancos a lo mejor podría ser interesante o útil tener esa fuente de financiamiento allí a la mano, pero no es correcto.

–¿Qué se verá en el futuro en el sector?

–Estamos ansiosos de ver el tema de las cuentas móviles, es un cambio muy relevante. Cuando sea factible en la práctica que las personas vayan a un corresponsal bancario a abrir una cuenta de baja transaccionalidad y sin tener que ir al banco puedan depositar a esas cuentas como hoy cargan tiempo aire; o ese dinero lo puedan transferir por unos cuantos pesos a cualquier lugar del país a otra persona que tenga celular, eso va a ser un cambio radical y un acercamiento muy importante de los servicios financieros a quienes antes estaban excluidos de recibirlos.

También, apunta, está habiendo una transformación importante en el crédito empresarial. Los bancos llevan más de un año más activos en el financiamiento a este sector. Invierten de manera importante en infraestructura, en personal, en nuevos mecanismos para canalizar recursos, sobre todo en la mediana empresa. En un horizonte de cinco años, considera, va a haber un cambio cuantitativo muy relevante.

Otra cosa que, considera, comenzará a verse, es una banca con instituciones más diversas. Quizá las estrategias de los bancos han sido muy parecidas en los últimos años y poco a poco, conforme el mercado se está volviendo más difícil y competitivo, se van especializando y toman diversos caminos. Vamos a ver bancos con estrategias más diversas de lo que hemos visto.