El titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Alonso Lujambio, afirmó: Nos indignan profundamente los malos, pero más nos indignan los buenos que no hacen nada en referencia a la situación de violencia que vive el país, y expresó que ninguna varita mágica, ningún líder mesiánico vendrá a solucionar nuestros problemas.

Al hacer un recuento de los valores constitucionales, el funcionario se brincó la Carta Magna de 1917 –la cual establece la gratuidad y laicidad de la educación y es considerada una aportación universal, ya que fue la primera de la historia que incluyó las mejores prácticas en el acceso a los derechos sociales–, porque, según él, y curiosamente el Constituyente no estableció un conjunto de valores que quería que se propulsaran, que se promulgaran, que se difundieran en el sistema educativo nacional... Eso sucedió por primera vez en 1934.

En la apertura del encuentro Educación y valores para la convivencia en el siglo XXI, acompañado por la esposa del jefe del Ejecutivo, Margarita Zavala, dijo que él no es de los que compran la idea de la vida negra y del futuro oscuro de México, porque, dijo, nuestro país ha cambiado en el mejor sentido.

Sin embargo, aseguró que los principios que guían hoy día la conducta social son endebles, hay una débil estructura de valores que rige nuestro comportamiento en sociedad y los compromisos con la calidad de la vida colectiva son precarios.

Por ello, lanzó una convocatoria para poner de moda los valores y hacer una cruzada por éstos. Nuevamente, rechazó que la pobreza conduzca a algunos grupos sociales a asociarse con el crimen organizado, pues se trata de una decisión moral, basada en condiciones de libertad. Nosotros queremos que los jóvenes rechacen esas opciones.

En el Auditorio Nacional el titular de la SEP señaló que de acuerdo con el Estudio internacional de evaluación cívica y ciudadana 2009, 27 por ciento de alumnos de secundaria evaluados demostró no tener conocimiento de los principios básicos de educación cívica y ciudadana, lo cual los imposibilita para identificar situaciones de justicia e injusticia.

De acuerdo con la prueba Enlace, 57.1 por ciento de los estudiantes de primaria y 44.3 por ciento de los de secundaria están en los niveles de desempeño insuficiente y elemental en civismo y ética. Pese a ello, Lujambio dijo que parte de la premisa optimista, pues, entre otras cosas, hoy contamos con una juventud que tiene la mayor escolaridad de nuestra historia.

Al referirse a los valores de la Constitución, añadió que la reforma de 1934, donde se desarrollan los conceptos que debían promoverse en la sociedad, produjo más división que cohesión social por la inclusión en el artículo tercero de la educación socialista.

Afirmó que no podemos continuar quejándonos de quienes tiran la basura en el parque o de líderes que desprecian el diálogo pacífico y las instituciones democráticas. Por otro lado, señaló que dentro del perfil de futuros ciudadanos que proyecta la SEP, se pretende que los mexicanos tengan conocimiento, cuidado de sí mismos, y que manejen el autocontrol.