Economía
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La banca debe contribuir más al desarrollo del país

Es necesario el crédito, sobre todo para pequeñas empresas

Hay una gran complementariedad entre Banorte e Ixe. Banorte tiene una enorme fortaleza en la banca tradicional, de donde vienen más de 80% de sus ingresos, e Ixe tiene gran presencia en banca de inversión, entonces hay un complemento natural entre ambos

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Guillermo Ortiz Martínez, presidente del consejo de administración de Grupo Banorte, en entrevista con La JornadaFoto Cristina Rodríguez
 
Periódico La Jornada
Martes 5 de abril de 2011, p. 29

El sistema bancario mexicano es sólido y bien capitalizado. Cubre con creces los requerimientos de capital emitidos por los organismos de regulación internacionales; sin embargo, es una banca chica con respecto al tamaño del país, por lo que es necesario que contribuya más al desarrollo a través de otorgar créditos, sobre todo a las pequeñas empresas.

Las microempresas conforman 90 por ciento del aparato productivo del país, pero solamente 20 por ciento tienen acceso al financiamiento bancario, afirmó Guillermo Ortiz Martínez, presidente del consejo de administración de Banorte desde marzo pasado.

En entrevista con La Jornada, en vísperas del comienzo de la 74 Convención Bancaria, el ex gobernador del Banco de México no descartó nuevos episodios de inestabilidad financiera internacional.

El también ex secretario de Hacienda aseguró que en el ámbito doméstico la inseguridad en el país es la mayor amenaza y, aunque no impide el crecimiento del país, sí lo estorba.

Sobre el proceso político comentó que va a meter ruido, pero ya estamos acostumbrados al ruido político del país. Consideró que no va a tener un impacto significativo sobre las variables financieras o en la actividad de los mercados, porque la sociedad es ya más madura, por lo que planteó que los diversos actores políticos deben externar con mayor claridad su oferta política. Aquí lo importante es que haya claridad en la oferta política de los distintos actores para que la gente esté informada, pueda aclarar su voto y pueda elegir a quien considere que tenga mayores posibilidades de conducir al país por buen rumbo.

–¿Cuál es la situación del sistema bancario en el país?, ¿cómo lo ve en cuanto a fortalezas y debilidades?

–Creo que hay consenso: la banca resistió la crisis financiera internacional bastante bien. No sólo en México, en países emergentes que tuvimos crisis financiera en los noventas y a principios de esta década, empezando por México en el 94, la crisis de Asia, Tailandia, Corea, Malasia, después Rusia en 98, Brasil y Argentina. Ninguno de los países emergentes que tuvimos esas crisis a principios de los noventas y a comienzos de esta década tuvimos dislocaciones del sistema interno.

“Esto es porque los bancos en México y en otros países emergentes no se metieron a productos sofisticados que resultaron tóxicos y que fueron adquiridos por la banca de países desarrollados, lo cual llevó a grandes problemas.

En México afortunadamente hemos aprendido de estas experiencias; el sistema esta bien capitalizado, cubre con creces los requerimientos de capital exigidos por los organismos de regulación internacionales como Basilea. Es una banca sólida, bien capitalizada, pero es chica.

–¿En qué sentido?

–Medida bajo cualquier indicador: activos totales, pasivos, créditos, en relación con el tamaño del país es una banca de dimensiones todavía limitadas. Más de 90 por ciento de las empresas nacionales son micro y la mayor parte está fuera del sistema crediticio.

En una reciente encuesta del Banco Interamericano de Desarrollo se dice que en México menos de 20 por ciento de las microempresas tienen acceso al crédito bancario. En Chile más de 80 por ciento de las microempresas tienen ese acceso. Entonces necesitamos hacer un esfuerzo, tanto la banca comercial como la de desarrollo.

–¿Cuáles considera que son las áreas de la actividad bancaria que tendrán mayor dinamismo en los siguientes meses y años? ¿Hay otras que se espera sean menos dinámicas?

–Creo que la banca se enfoca a los productos más rentables orientados al consumo. Por ejemplo, la tarjeta de crédito tuvo un crecimiento muy fuerte en la primera parte de esta década, y luego una contracción muy fuerte, incluso antes de la crisis financiera empezó a haber problemas de cartera vencida muy fuertes, y los bancos racionalizaron sus políticas para otorgar plásticos.

“Ahora otra vez empiezan a dar créditos sobre una base más firme. Creo que en general los productos de consumo van a tener un crecimiento importante.

Otro es el sector de las empresas micro y pequeñas. Las pequeñas ya están mejor atendidas, pero las micro empresas, que repito, según el censo representan 90 por ciento en este país, muchas veces están fuera del sector financiero. Creo que la banca tiene un terreno muy importante, tanto la comercial como la de desarrollo.

–¿Se puede descartar un nuevo desequilibrio financiero internacional, o se corre el riesgo de otra crisis?

–Yo creo que no podemos descartar nada. En el sistema financiero en Estados Unidos, que fue el epicentro de la crisis, los grandes bancos y los intermediarios financieros paralelos se han seguido ordenando, se han limpiado bastante. Pero hay bancos medianos y pequeños que están cerrando todos los días. Cada mes la autoridad de Estados Unidos que se encarga justamente de dar solvencia a los bancos, anuncia la quiebra de docenas de ellos. Literalmente desde la crisis han quebrado cientos de bancos en Estados Unidos. Es un proceso que va a continuar. Hay dos sectores muy vulnerables en ese país: el de vivienda residencial y el de bienes raíces no residencial. Siguen vulnerables.

“En Europa, por otra parte, continúan las dudas sobre la salud de los bancos. En España sigue una elevada incertidumbre acerca de cuántos recursos va a necesitar el sistema de cajas.

En otros países aparentemente el sistema financiero está en mejor situación, como en Alemania, Francia, Italia. Los grandes bancos españoles están sanos, pero la verdad es que buena parte de la deuda soberana de los países de la periferia europea como Grecia, Portugal e Irlanda está en los libros de los grandes bancos europeos.

–¿Cómo puede marcar Banorte, ahora que ha completado la operación con Ixe, una diferencia en el sistema bancario que opera en México?

–Creo que en primer lugar hay una gran complementariedad entre Banorte e Ixe. Banorte tiene una enorme fortaleza en la banca tradicional, más de 80 por ciento de sus ingresos vienen justamente de ese segmento. Ixe tiene gran presencia en banca de inversión, banca patrimonial, entonces hay un gran complemento natural entre ambas instituciones. En la medida en que Banorte tiene mayor presencia y mayor huella a nivel nacional, entonces vamos a ser un jugador más importante.

–¿De qué manera el entorno político y social afecta o puede afectar la actividad bancaria y, en general, a la economía en los siguientes meses?

–Está claro que el tema de seguridad en la percepción del público, de los analistas y especialistas es el problema más importante del país y el que puede significar una mayor amenaza al crecimiento y la actividad económica. Es un hecho que la recuperación del país viene bien después de la caída tan importante en 2009. En 2010 hubo un avance muy importante. Hoy en los niveles de actividad económica, industrial y en PIB en términos reales, probablemente ya estamos por arriba de los que tuvimos antes de la crisis.

Si no tuviéramos estos problemas seguramente el crecimiento de la economía sería más rápido, y todos los recursos que gastan los sectores privado y público en temas de seguridad se podrían utilizar para otros fines que tendrían un impacto positivo sobre el crecimiento económico.

–¿Cuánto?

–Nadie sabe. Ha habido algunos intentos para cuantificarlo, pero sin duda es un tema significativo.