Opinión
Ver día anteriorLunes 4 de abril de 2011Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
La comparación es odiosa, pero...
C

ómo estará el infierno que hasta los diablos se salen es un dicho que nuestros antepasados solían citar cuando una situación era tan difícil que obligaba a salir corriendo a quienes la padecían. Viene a cuento como resultado de cuatro noticias aparecidas en las semanas pasadas en diferentes medios de información en EU, cuyo colofón es la última de ellas, publicada en este diario.

El comentarista de temas económicos del programa NewsHour, de la cadena PBS, preguntó a personas de diferentes regiones, estratos sociales y ocupaciones su opinión sobre la pobreza y desigualdad en EU. La mayoría expresó en diferente tono e intensidad su frustración por la situación económica de la clase media y los pobres en el país. Coincidieron en que la desigualdad se ha acentuado en las tres últimas décadas, y ahora, con el desempleo, la situación es peor. El economista de Yale Robert Putman concluyó que la clase media está desapareciendo poco a poco y el sueño americano no lo es más.

En otra nota aparecida en Proyecto Fronterizo, página de estudios sobre la frontera de la Universidad de Berkeley, se da cuenta de una entrevista en la que una agente de la Patrulla Fronteriza, con 14 años en ese cuerpo, expresa su desasosiego por la frecuencia con la que se interceptan vehículos en cuyos compartimientos viajaban personas que tratan de introducirse en el país sin documentos. No sólo es inhumano, sino altamente peligroso; en más de una ocasión han fallecido quienes así cruzan la frontera, dijo.

Otra información que con frecuencia aparece en la prensa hace referencia a los bajos salarios que perciben los trabajadores indocumentados, que por regla general están debajo de los mínimos de ley. No obstante las malas condiciones laborales y la precariedad de sus familias, prefieren permanecer en EU que regresar a sus países de origen.

Por último, para contextualizar estas notas vale mencionar la insólita declaración del presidente Felipe Calderón, aparecida en este diario en días pasados, de que durante su administración la clase media ha crecido y se ha disminuido la pobreza, según muestra un estudio del Inegi bajo la dirección de quien fue su secretario de Economía hace dos años. El estudio referido tiene base en el censo de población que fue criticado por especialistas, ya que omitía algunas preguntas esenciales para conocer con precisión el ingreso familiar.

Cabe preguntarse entonces: si, de acuerdo con el Presidente, los pobres ya viven mejor, y hasta tienen refrigerador y televisor, ¿por qué siguen arriesgándose a morir en una cajuela para llegar a un país en el que no reciben el salario mínimo, se les niegan servicios, se violan sus derechos más elementales y donde, para colmo, hay alto desempleo?