Washington, 28 de marzo. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, afirmó que carece de la potestad para frenar las deportaciones de migrantes ilegales, pero reiteró que su gobierno está enfocado en expulsar a los criminales, esto lo aseguró durante un foro público con estudiantes latinos.

Respecto de la noción de que yo puedo suspender las deportaciones mediante una orden ejecutiva, no es correcto, porque hay leyes que el Congreso ha aprobado, señaló Obama, quien contestó preguntas de estudiantes y maestros en la escuela multicultural Bell, en la capital estadunidense.

Estados Unidos es un país de normas, lo que significa que yo como presidente estoy obligado a hacer cumplir la ley. No tengo opción. Es parte de mi trabajo, afirmó el mandatario, según la transcripción del acto divulgada por la Casa Blanca.

Organizaciones defensoras de los migrantes han criticado a Obama, cuyo gobierno ha deportado a un número récord de indocumentados.

Estados Unidos deportó en 2010 la cifra inédita de 392 mil inmigrantes indocumentados, pero las autoridades destacan que 195 mil tenían cargos penales.

Estamos enfocados principalmente en los criminales. Así que nuestras cifras de deportación de criminales han subido 70 por ciento. Las deportaciones de las personas no criminales han disminuido, dijo Obama.

El mandatario estadunidense reiteró su compromiso con una reforma migratoria integral, que según ha manifestado anteriormente debería abrir una vía para la regularización de los casi 11 millones de indocumentados que viven en Estados Unidos, la mayor parte de ellos latinos.

Asimismo, dijo creer que todavía podemos lograr una reforma parcial conocida como Dream Act, que proporcionaría estatus migratorio condicional a las personas que vinieron a Estados Unidos antes de cumplir 16 años y que estudien o ingresen al Ejército.

Esa ley fracasó en diciembre pasado en el Congreso, donde tampoco tuvieron éxito iniciativas de reforma migratoria en 2006 y 2007.

Durante el acto en la escuela Bell, Obama resaltó que su gobierno se esfuerza por mejorar la educación de los latinos, en el contexto de su empeño por impulsar la educación en general en el país y hacer que Estados Unidos sea más competitivo en el mundo, ante el avance de economías emergentes.

Unos 12 millones de niños y jóvenes latinos estudian en colegios primarios y secundarios públicos estadunidenses, un 22 por ciento del total.

Pero sólo la mitad de los latinos se inscribe en instituciones de educación temprana, sólo la mitad de los estudiantes latinos completa su educación secundaria a tiempo, apenas 13 por ciento del total de ese sector tiene un diploma universitario y sólo 4 por ciento concluyó estudios de posgrado.