Domingo 27 de marzo de 2011, p. 11
Los refugiados internos que ha generado la guerra
contra el narcotráfico son un fenómeno relativamente nuevo del que apenas estamos tomando conciencia y que comprueba, una vez más, el fracaso de la estrategia de seguridad del gobierno federal, lamentaron activistas de derechos humanos.
Édgar Cortez, investigador del Instituto de Derechos Humanos y Democracia, señaló que una de las consecuencias de la incapacidad de las autoridades para ofrecerle garantías a sus ciudadanos es que ellos deben buscar soluciones por sí mismos, y una de ellas es irse a otros estados.
“Esta es una realidad de la que apenas estamos reuniendo datos para hacernos una idea del problema. Lo que muestra es que no hay ninguna acción del gobierno para atender las consecuencias de su lucha contra el narco. Ellos han generado esta situación, pero no se hacen cargo de ella”, afirmó.
Un aspecto preocupante de este éxodo es que mucha gente salió de sus lugares de origen con recursos precarios, lo cual puede condenarlos a un mayor nivel de empobrecimiento.