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Los chuchos y sus aliados celebran la renovación de la dirigencia

Se fractura en el PRD el llamado grupo de los ocho
 
Periódico La Jornada
Martes 22 de marzo de 2011, p. 12

La designación de Jesús Zambrano y Dolores Padierna como presidente y secretaria general del Partido de la Revolución Democrática (PRD), respectivamente, abrió un nuevo flanco entre las expresiones internas.

Mientras Nueva Izquierda (NI), sus aliados y el bloque de perredistas cercanos al jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, celebraron que la renovación de los principales cargos en el partido se diera en unidad, en el llamado grupo de los ocho hubo una fractura desde el momento mismo en que varias de sus expresiones se negaron a avalar con su voto el nombramiento de Zambrano.

Izquierda Social (IS) y el Grupo de Acción Política (GAP) expresaron, por lo pronto, su negativa a formar parte de una dirigencia que, están seguros, mantendrá la política de alianzas que instrumentó Jesús Ortega.

Así que, resaltó David Cervantes, en el caso de IS acordamos que no participaremos en un acuerdo para la renovación de los órganos de dirección mientras persista la política entreguista de alianzas con el PAN.

Hacerlo, indicó, significaría avalar la simulación de un cambio para que en realidad todo siga igual, mientras continúa el proceso de erosión, desintegración y crisis del partido.

En sentido similar se pronunció Alma América Rivera Tavizón, del GAP, mientras Gilberto Ensástiga, de Unidad Nacional de las Izquierdas, consideró que el grupo debe mantenerse cohesionado si quiere un cambio para el PRD, tras admitir que no tuvimos la capacidad de cambiar la dirección porque hubo quien optó por anteponer sus propios intereses por cálculos políticos.

De tal suerte que, indicó, en mucho se contribuyó para que Nueva Izquierda se prolongue en la dirección del partido. Indicó que en aras de evitar la ruptura, deben impulsar la reorganización desde abajo; enfrentar la corrupción política, particularmente en órganos legislativos del partido y en vínculos que se establecen desde los gobiernos estatales, sin importar si son del PRI o del PAN.

También, trabajar para continuar como factor de unidad entre nuestros dos principales candidatos a la Presidencia de la República, Andrés Manuel López Obrador y Marcelo Ebrard.

En tanto, dirigentes del bloque de perredistas que apoyaron la propuesta de Ebrard en la disputa por la presidencia nacional del PRD, celebraron que la elección interna se diera en unidad.

Hortensia Aragón, del Foro Nuevo Sol, indicó que este bloque, integrado con Armando Ríos Piter y Jesús Valencia, secretario general del partido en el Distrito Federal, tiene miras a largo plazo que incluyen resolver las grandes diferencias que han afectado al PRD.

Ríos Piter destacó que los 43 votos que alcanzó su planilla en la elección del domingo les otorgaron un gran triunfo en términos de trabajo político. Prácticamente, afirmó, conseguimos un voto por hora en el Consejo, porque empezamos de cero.

Jesús Valencia, a su vez, resaltó que no se convirtieron en el fiel de la balanza para la renovación de la dirigencia del partido, porque si nos hubiéramos plegado hacia una u otra expresión hubiéramos provocado ruptura.

Los votos que en esta elección obtuvieron los meten en la pelea por cargos en la dirección nacional, la cual deberá quedar lista en la continuación del Consejo Nacional, planteada para el próximo 2 de abril.

Ríos Piter dijo que le gustaría ser vicecoordinador del grupo parlamentario en San Lázaro, en sustitución de Zambrano, quien deberá pedir licencia como legislador, porque el estatuto perredista prohíbe ser a la vez dirigente nacional.