En la escuela José María Lafragua, ubicada en la delegación Iztapalapa, los niños grandes de sexto de primaria utilizan sillas pequeñas, para los de primer año, mientras que otros usan mesabancos de hace tres décadas.

Por esa razón, padres de familia, estudiantes y maestros bloquearon ayer los siete carriles del Eje 6, a la altura de Ermita Iztapalapa, ya que sus gestiones para pedir mobiliario digno, comenzadas hace cuatro años ante la Administración Federal de Servicios Educativos en el Distrito Federal (AFSEDF), no han sido atendidas.

Desesperados porque cerca de un centenar de escolares deben tomar clases en sillas y mesabancos no aptos para sus edades, los inconformes dijeron que la AFSEDF le echa la pelota a la delegación.

La problemática ya es añeja. Y ante la falta de respuesta, la comunidad escolar tuvo que pedirle a otra escuela que le donara sillas y mesas que ya no utiliza. Entonces, los padres y maestros se dieron a la tarea de reparar 60 sillas y 40 mesas viejas.

Un grupo completo de tercero de primaria utiliza mesabancos de los años 80 del siglo pasado, los cuales ya están fuera de circulación. El maestro Roberto Gómez Jiménez indica que, además de que son muy incómodos, a los alumnos se les atora el pantalón y no pueden trabajar como se debe.

Mientras que en seis grupos de quinto y sexto años, hay sillas muy pequeñas por la falta de mobiliario adecuado para alumnos de entre 12 y 13 años. Por esa razón, las sillas grandes se han convertido en la manzana de la discordia.

Los estudiantes que llegan primero ocupan las sillas adecuadas a su estatura, mientras que los rezagados no tienen más opción que ocupar los minúsculos asientos.

El profesor Gómez Jiménez señala que desde hace cuatro años se han girado oficios a la Dirección General de Servicios Educativos, a cargo de Isaura Prieto López. Primero dijo que sí se daría respuesta, pero luego señaló que era un mal entendido.

Por otra parte, la delegación encabezada por Clara Brugada prometió interceder ante la Secretaría de Educación Pública para obtener respuesta. También se comprometió a apoyar a la escuela con pintura, pero aclaró que no podía dar el mobiliario.

Los niños, destaca el maestro Gómez Jiménez, tienen derecho a usar sillas y mesas adecuadas.