Economía
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Desestima riesgos de que el Congreso y transportistas de EU echen abajo el pacto

A fines de mayo se espera firmar el acuerdo transfronterizo con EU: Ferrari
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Tráileres y transporte público en la carretera a QuerétaroFoto Alfredo Domínguez
 
Periódico La Jornada
Lunes 7 de marzo de 2011, p. 33

Los gobiernos de México y de Estados Unidos todavía no firman el nuevo acuerdo sobre transporte transfronterizo, pese a que fue anunciado desde el jueves pasado. Con él se pretende solucionar la violación al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) que desde hace 15 años mantiene el gobierno estadunidense en esa materia.

Esperamos firmar a finales de mayo o más tardar a mediados de junio. En ese momento liberaríamos el 50 por ciento de las represalias comerciales. Después, cuando empiecen a pasar los transportes mexicanos, que creemos que será para agosto o septiembre, se liberaría el otro 50 por ciento, indicó el secretario de Economía Bruno Ferrari.

El funcionario desestimó riesgos de que el Congreso de Estados Unidos y las organizaciones de transportistas de ese país echen abajo el nuevo acuerdo, que estamos terminando de elaborar, a pesar de que se han opuesto desde 1995 a que camiones de carga mexicanos circulen por territorio del vecino del norte.

El gobierno del presidente Barack Obama, según Ferrari, sólo solicitó la opinión del Congreso de su país luego de un periodo de consulta, pero no está pidiendo que lo apruebe o no. El acuerdo tampoco está sujeto a lo que digan los transportistas, aseveró en conferencia de prensa conjunta con Dionisio Pérez-Jácome, secretario de Comunicaciones y Transportes.

Confió en que para que el gobierno de Obama haya hecho el anuncio junto con el presidente Felipe Calderón, seguramente en Estados Unidos ya habrán hecho sus consultas y seguirán haciendo varias más. Acotó que no tiene bola mágica para saber qué sucederá, pero advirtió que México se reserva el derecho de aplicar represalias económicas si Estados Unidos vuelve a incumplir el paso de transportistas mexicanos a su territorio.

Sobre el acuerdo todavía no firmado, Pérez Jácome adelantó que se dividirá en tres fases: la primera será preoperativa para que las empresas transportistas de México soliciten una autorización provisional a Estados Unidos, para lo cual serán revisados sus vehículos y operadores.

La segunda es operativa, y consiste en tres meses de inspecciones completas a los vehículos al cruzar la fronteras, para revisar que cumplen con los requisitos. Si las empresas acumulan 18 meses en operación, en la tercera y última etapa podrán obtener su autorización definitiva, que será irrevocable salvo que incumplan con las regulaciones de seguridad vial.

Pérez-Jácome ponderó que en el nuevo acuerdo se reconocerán a las 28 empresas con 106 camiones que participaron en el anterior programa de transporte transfronterizo, y aunque iban en diferentes etapas, la más avanzada pudiera estar recibiendo su autorización definitiva en el plazo que hemos señalado. La convocatoria, no obstante, está abierta para todos los autotransportistas interesados, pero deberán empezar de cero y cumplir los 18 meses del proceso.

Según Ferrari, las represalias comerciales dejaron un daño de 2 mil 500 millones de dólares a Estados Unidos, pero de resolverse el problema el ahorro será de 675 millones de dólares. Explicó que el sistema actual es anacrónico porque se utilizan tres camiones y tres choferes para cruzar las mercancías entre ambos países, a razón de 150 dólares por cruce, y 4.5 millones de cruces al año. Refirió que el año pasado el comercio transfronterizo ascendió a 275 mil millones de dólares, que representa 70 por ciento del comercio bilateral total.

Desde que se firmó el TLCAN se había previsto que desde diciembre de 1995 comenzara la libre circulación de los camiones mexicanos por la región fronteriza de Estados Unidos, y desde enero de 2000 pudieran viajar por todo ese territorio.