La violencia suscitada en varias entidades dejó un saldo de al menos 27 muertes durante jueves y viernes, entre ellas la de Juan Carlos Tafoya Espinoza, comandante del sector 4 de la policía municipal de Tlaquepaque, Jalisco, ultimado a tiros ayer por la mañana cuando salía de su domicilio en el fraccionamiento La Providencia del metropolitano municipio de Tonalá.

El ataque fue perpetrado poco antes de las 7 horas por sujetos que dispararon con fusiles AK-47 y pistolas desde un auto en movimiento, pero resultó ileso el escolta José Antonio Vieira, El funcionario asesinado, de 42 años, tenía casi un año en la corporación y es el tercer jefe policiaco ejecutado en Jalisco durante 2011.

Otro sujeto fue ultimado el jueves en el municipio de El Salto; mientras en Guadalajara el diputado local panista Abraham González Uyeda pidió a sus conciudadanos instaurar un toque de queda voluntario para que nadie circule desde las 2:30 horas y la policía pueda detectar a los delincuentes durante la madrugada.

En Taxco, Guerrero, desconocidos dispararon a policías estatales, y en la misma localidad se perpetró una de por lo menos seis ejecuciones ocurridas en la entidad: la de Felipe Martínez Nava, de 30 años, quien fue hallado muerto dentro de un vehículo, con 30 kilos de mariguana en la cajuela.

El director de la Policía Ministerial Estatal, Fernando Monreal, dijo que hubo varias balaceras en Acapulco, donde cerca de las 9 horas –en el bulevar Vicente Guerrero, colonia Zapata– apareció un hombre ultimado junto a un taxi, y a unos metros el cuerpo de otro, descuartizado y colocado en bolsas de plástico.

De madrugada, en el fraccionamiento Magallanes y sobre la avenida Costera Miguel Alemán, un vehículo fue incendiado y a su lado quedó el cuerpo descuartizado de otro sujeto. En otro sector se halló una granada sin estallar, y en el barrio Petaquillas las fachadas de tres viviendas deshabitadas fueron atacadas con bombas molotov.

En Sinaloa la Secretaría de Educación Pública y una guardería vecina fueron desalojadas por una amenaza de bomba. Además, tres personas fueron ejecutadas en Culiacán y tres en Mazatlán, cuyas fiestas de carnaval se iniciaron el jueves con blindaje militar.

Chihuahua tuvo al menos 10 de las muertes, entre ellas la de un presunto delincuente que trataba de huir con sus cómplices a bordo de un vehículo robado, pero fue abatido por la policía en la capital. Cinco de las ejecuciones ocurrieron en Ciudad Juárez, donde policías federales fueron acusados por un comerciante de irrumpir en su vivienda tras derribar las puertas.

Los agentes, dijo el ofendido, hicieron tocamientos y aplicaron descargas eléctricas a su esposa, robaron aparatos y saquearon su tienda de abarrotes; pero el vocero de la corporación, José Ramón Salinas, afirmó que los atacantes eran falsos policías.

A su vez, la escuela primaria Félix Zandman cuenta desde ayer con vigilancia policiaca tras las amenazas recibidas, a diferencia de los hospitales que atienden personas lesionadas de bala, que según el Comité Médico Ciudadano continúan sin resguardo pese al compromiso contraído en el programa Todos Somos Juárez y a una reciente incursión de sicarios que intentaron rematar a un adolescente.

Un sujeto fue ultimado en Tepic, Nayarit, y otro en Temixco, Morelos; mientras en Joaquín Amaro, Zacatecas, aparecieron en una fosa clandestina los restos de quien podría ser el segundo policía de Apozol secuestrado hace más de un mes; y en Aguascalientes un comando interceptó y secuestró a Raúl Meza Martínez, superintendente de la planta de Pemex.

En Matamoros, Tamaulipas, hombres armados y fuerzas federales libraron varios tiroteos y persecuciones que provocaron bloqueos de calles, cierre de comercios y suspensión de clases ayer a las 17 horas; y en Monterrey, Nuevo León, marinos detuvieron a tres presuntos pistoleros del cártel del Golfo que atacaron el miércoles la Policía Ministerial y la Secretaría de Seguridad estatal, entre los que figura Antonio Martínez Hernández, de 20 años, y oriundo del Distrito Federal.

Con información de Notimex y AFP