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Marcelo Ebrard entregó al narrador el título de huésped distinguido de la ciudad

Vargas Llosa encomia la hospitalidad de México; recibe forasteros de 5 continentes

Volcándose al mundo, ha recibido a escritores e historiadores que enriquecen su cultura

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Mario Vargas Llosa y Marcelo Ebrard, ayer, en el Antiguo Palacio de AyuntamientoFoto Francisco Olvera
 
Periódico La Jornada
Sábado 5 de marzo de 2011, p. 8

El premio Nobel Mario Vargas Llosa reconoció este viernes la hospitalidad de México en favor de forasteros de los cinco continentes, algunos como exploradores, como arqueólogos, como historiadores, como escritores, y otros como exiliados políticos en lo que representa, dijo, una muestra de cómo un país sin cerrarse sobre sí mismo, sino volcándose al mundo, se enriquece desde el punto de vista social y cultural.

El escritor peruano-español hizo estas declaraciones al recibir el pergamino y medalla de huésped distinguido de la ciudad de México, de manos de Marcelo Ebrard, jefe de Gobierno del Distrito Federal, en una breve ceremonia efectuada ayer en el Antiguo Palacio del Ayuntamiento, a la que asistieron los embajadores de Perú, Luis Alvarado Contreras, y de El Salvador, Hugo Roberto Carrillo, así como funcionarios locales, entre ellos la diputada Alejandra Barrales, presidenta de la comisión de gobierno de la Asamblea Legislativa del DF; Édgar Elías Azar, presidente del Tribunal Superior de Justicia local, y Elena Cepeda, titular de la Secretaría de Cultura, quien leyó el discurso de presentación.

Perú en tierras mexicanas

Vargas Llosa (Arequipa, 1936) agradeció el reconocimiento, en el cual, dijo, “veo un símbolo de la tradicional hospitalidad mexicana. Una hospitalidad que México ha brindado a lo largo de su historia a forasteros venidos de los cinco continentes, algunos como exploradores, como arqueólogos, como historiadores, como escritores, y otros como exiliados políticos.

“Creo que pocos países en el mundo han abierto sus puertas y sus ventanas con tanta generosidad y con tan pocos prejuicios a quienes en sus países por razones políticas, religiosas o ideológicas se veían obligados a fugarse en busca de una nueva patria.

México la ha brindado con los brazos abiertos y la presencia de tantos forasteros ha enriquecido extraordinariamente su cultura. Es una de las mejores demostraciones de cómo un país, no cerrándose sobre sí mismo, sino volcándose al mundo, se enriquece desde el punto de vista social y cultural.

Explicó que aunque nunca ha vivido en México, sí ha pasado largas temporadas aquí y guardo un gratísimo recuerdo, pero la estancia de esta semana es una de las que recordaré con más nitidez y con mayor gratitud.

Habló también de las similitudes entre México y Perú, país que realiza una campaña de promoción en territorio mexicano. Todos nosotros estamos haciendo grandes esfuerzos por mostrarles que al igual que México, Perú tiene cosas muy bellas que mostrar y de las cuales enorgullecerse. Ambos países tienen tantas cosas en común, tantas afinidades, que a ratos uno pensaría en un solo país; ambos somos países antiguos como decía (José María) Arguedas, para quien la antigüedad era un valor y yo también creo que lo es.

Una de esas similitudes es el pasado prehispánico, y aquí el Nobel reconoció que México ha avanzado más en la integración de sus culturas precoloniales. Es uno de los ejemplos en los que México ha sido extraordinariamente creativo y audaz; hay una separación muchísimo menor a la que existe todavía en el resto de América Latina, en los países donde la cultura y la tradición prehispánica está muy viva y sigue siendo fuerte”.

Vargas Llosa recordó su primer encuentro con la literatura mexicana, en el libro Visión de Anáhuac, de Alfonso Reyes, al cual calificó como una descripción absolutamente maravillosa, poética, tanto imaginativa como histórica de lo que fue México.

Desde entonces, añadió, he leído a muchos otros mexicanos y veo con gratitud a innumerables poetas, novelistas, ensayistas, que creo figuran entre los más ricos que ha dado nuestro idioma, por todas esas razones también me siento muy cerca y agradecido a este país.

Finalizó su discurso haciendo votos por el éxito de la gestión de Ebrard y para que encuentre respuestas creativas a los grandes retos que cualquier gobernante o estadista mexicano debe enfrentar.

Marcelo Ebrard, a su vez, destacó que el reconocimiento a Vargas Llosa no es sólo por ser un orgullo para América Latina, sino también por tus convicciones, tu compromiso, tu honorabilidad; muchos valores que admiramos, que respetamos y que nos inspiran a quienes estamos en el servicio publico y en general a todos nos deben inspirar para el futuro y cómo conducirnos. Eres de esas personas que defiende lo que cree, que escribe lo que siente, que nos hace pensar a todos.

A la salida del Antiguo Palacio del Ayuntamiento, trabajadores del Sindicato Mexicano de Electricistas que permanecen en plantón en el Zócalo, identificaron a Ebrard y lanzaron consignas en favor de su movimiento.