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Presentaron en la feria de Minería ese volumen coeditado por Era y la UANL

El libro Trazos en el espejo reúne esbozos autobiográficos de 15 narradores
 
Periódico La Jornada
Jueves 3 de marzo de 2011, p. 6

La escritura representa para el autor el anhelo de encontrarse a sí mismo, pues en cada letra aparece algo de nuestra vida y las frases están marcadas por una experiencia previa. Cuando leemos el texto descubrimos que cada palabra es un recuerdo maravilloso, aseveró el narrador mazatleco Juan José Rodríguez.

Durante la presentación, hace unos días, del libro Trazos en el espejo: 15 autorretratos fugaces (Ediciones Era-Universidad Autónoma de Nuevo León, UANL), en la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, Rodríguez se refirió a la liberación que le produce escribir, así como a la importancia de la niñez en su vida.

“La infancia –como decía León Tolstoi– es lo mejor que podemos tener; un niño que tiene una infancia sólida, también tiene seguridad y fortaleza para tomar decisiones. Viví con una familia inmensa frente al mar y me sirvió mucho.”

Trazos en el espejo reúne esbozos narrativos de momentos clave, pasiones, dramas, pobrezas, aventuras librescas y escenas de lo cotidiano de 15 escritores menores de 40 años que hurgan en la memoria.

Alberto Chimal, María Rivera, José Ramón Ruisánchez, Martín Solares, Daniela Tarazona, Hernán Bravo Varela, Luis Jorge Boone, Brenda Lozano, Socorro Venegas, Luis Felipe Fabre, Antonio Ramos Revillas y Juan José Rodríguez compartieron con el público la experiencia de escribir textos autobiográficos.

Alberto Chimal, quien se definió como tímido, señaló que escribir su texto fue un proceso curativo y liberador: La escritura fue como hacer las paces con lo que me estaba ocurriendo y también con mi pasado.

Explicó que generalmente los autores siempre hablan en sus libros de sí mismos, aunque tratan de mostrar la vida de otras personas. Escribir un texto autobiográfico –consideró Chimal– puede ser  fascinante y peligroso al ver la persona que uno es.

Los escritores, dijo, no son necesariamente grandes celebridades, sino personas que utilizan el lenguaje para expresar las experiencias propias.

El gran triunfo de la escritura es crear ese puente entre el texto y el lector, no cuando uno se proyectó hacia afuera. A los escritores nos interesa que las personas se adentren en la historia, tal vez algunos puedan identificarse con los personajes.

En el caso de José Ramón Ruisánchez, al escribir su texto se encontró con otra voz, la de sus recuerdos, y descubrió otra manera de fusionar pasado y presente.

Soy muy confesional. Nunca me ha costado trabajo decir las cosas, aunque sí tengo la inquietud de saber qué pensará mi familia cuando lea el libro. Escribir es tiranizante y al mismo tiempo liberador, porque a veces te permite ser quien en realidad no eres, señaló.

María Rivera expresó que participar en Trazos en el espejo le permitió reconocerse, y agregó que un texto autobiográfico puede ser interesante, porque los lectores descubren cómo son realmente los autores de las historias y conocen los secretos que terminan en libros.