En los 13 años de gobiernos de izquierda del PRD en esta ciudad no se ha logrado marcar la diferencia con el proyecto de derecha de las administraciones panistas en lo económico y lo laboral.

No ha cejado la concentración de la riqueza, y el desempleo, subempleo y comercio informal crecen proporcionales al desplome del mercado interno, asegura Benito Mirón Lince, secretario de Trabajo y Fomento al Empleo del DF, quien advierte que de no cambiarse el rumbo de la flecha en esos temas y se enfoca hacia otro lado del modelo neoliberal, las consecuencias serán graves para esta capital.

Los gobiernos de Cuauhtémoc Cárdenas, Andrés Manuel López Obrador y ahora el de Marcelo Ebrard –asegura– han logrado cambios importantes para esta ciudad: se ha fortalecido la democracia, ya no se usa la represión para gobernar, se ampliaron las libertades y los derechos civiles, se atenuó la corrupción, sobre todo la de arriba y, en especial, se consolidó una de las mejores políticas sociales, que ha dado ese sello distintivo a la izquierda.

Eso es lo positivo, pero ya no nos alcanza para seguir creciendo, hay que dar ese paso importante, crear una plan maestro en lo económico y de política laboral, que dé lugar a una democracia económica, que es lo que hasta ahora se ha relegado en la ciudad, considera el funcionario.

En entrevista con La Jornada, Mirón Lince sostiene que nos hemos quedado en la parte social, que si bien es importante, hay que avanzar porque si no el gobierno se estanca.

El secretario del Trabajo y Fomento al Empleo del GDF, Benito Mirón Lince durante la entrevistaFoto Roberto García Ortiz

“La diferencia entre un gobierno de derecha y un proyecto de izquierda –resalta– no la pueden marcar solamente los programas sociales; tienes que entrar a la parte económica y de política laboral, lo que yo llamo en dos palabras democracia económica.”

–¿Qué es la democracia económica?

–Lo que te va a permitir distribuir no el dinero o el presupuesto, sino distribuir la posibilidad de generar riqueza; es decir, apoyando al sector social de la economía, a las cooperativas.

Cita, como ejemplo, el programa Qué buena puntada, con el que se fabrica un millón y medio de uniformes escolares, con sueldos para los trabajadores de cinco salarios mínimos; ahí estás repartiendo la posibilidad de la distribución de la riqueza.

Plantea que el camino a seguir es, primero, fijar como prioridad la parte económica y laboral; apuntar hacia abajo, y adquirir, desde el Gobierno del DF, productos a las micro, pequeñas y medianas empresas y a las cooperativas, acompañando esto de una política del pronto pago, crear una banca de desarrollo y potenciar el Consejo Económico y Social del DF. Con eso se genera empleo y se restituye el poder adquisitivo de los trabajadores, aseguró.