Profesores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) aplaudieron la apertura y sensibilidad mostradas por las autoridades de la institución para corregir la convocatoria del Programa de Primas al Desempeño del Personal Académico de Tiempo Completo (Pride).

Docentes e investigadores de diversas escuelas, facultades e institutos que se habían manifestado en contra de las modificaciones a este programa de estímulos –planteadas en la convocatoria del pasado 13 de diciembre– porque, alegaban, perjudicaban parte de su salario, celebraron que el rector José Narro Robles rectificara y haya resaltado la importancia de la labor del personal académico.

Se percibe como una actitud positiva de las autoridades, aseguró Vivián Marquina, profesora de tiempo completo de la Facultad de Ciencias.

Consideró que tras la movilización del personal académico de la UNAM, la rectoría se dio cuenta de que el problema pudo ser muy grande, por lo que positivamente enmendaron la primera convocatoria.

Varios sectores del personal académico manifestaron su descontento por el anuncio del Pride, publicado en diciembre, con el argumento de que existía el riesgo de que se les redujera parte de su salario, pues los estímulos representan entre 45 y 115 por ciento extra de sus ingresos mensuales.

Sin embargo, el martes pasado la UNAM dio a conocer una adenda en la que enmendó los puntos que habían generado la controversia.

Hugo Casanova, del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación, refirió que los añadidos publicados el martes son muestra de la sensibilidad de las autoridades de la institución para reconocer el trabajo de su personal académico.

Agregó que la adenda no sólo cuida los ingresos de los universitarios de tiempo completo, sino que también les devuelve la confianza y les da oportunidad de elegir si quieren ser evaluados en tres o cinco años.

Sostuvo que la movilización de los profesores al ver perjudicados sus salarios fue una de las principales causas de que la rectoría corrigiera el planteamiento para otorgar el Pride. Hay que reconocer que la parte directiva supo enmendar lo que estaba generando conflicto, lo cual nos iba a costar a todos.

Por su parte, José Marquina, del departamento de Física de la Facultad de Ciencias, manifestó su satisfacción por la respuesta de las autoridades universitarias.

Narro actuó como yo me imaginaba que es: un político con idea. Se dio cuenta de que por ahí las cosas no saldrían bien.

El académico destacó que además de los puntos transitorios en los que se corrigieron las causas que habían generado el conflicto, las autoridades de la institución incluyeron varios considerandos, donde se destaca la labor del personal académico universitario.

Los profesores coincidieron que ésta es una muestra de que las decisiones en el seno de la institución deben tener el consenso de su comunidad. La universidad necesita ciudadanizar sus decisiones, su comunidad no puede ser simple espectadora de lo que sucede. Si un país es medido por la madurez de sus ciudadanos, qué podríamos decir de una casa de estudios en la que los universitarios no opinen sobre lo que se resuelve.