Nueva York, 4 de febrero. Las mujeres que consumieron cocaína aunque sea una sola vez durante el embarazo tienen un 33 por ciento de posibilidades de dar a luz bebés más pequeños y prematuros, reveló un nuevo estudio.

Mientras los médicos conocen desde hace mucho esta relación, la última investigación, publicada en American Journal of Obstetrics and Gynecology, reunió los datos de 31 estudios previos para tener un panorama más exhaustivo de la situación.

Esto nos da cifras concretas para recordarnos la asociación del uso de cocaína y el impacto negativo que tiene no sólo en el embarazo, sino en los recién nacidos, dijo Health Kellie Murphy, profesora asociada de obstetricia y ginecología de la Universidad de Toronto y coautora del estudio.

Riesgos para la embarazada

Los bebés de quienes consumieron cocaína –cualquier uso en el embarazo– tenían una de tres posibilidades de nacer antes de las 37 semanas de gestación. Sin consumo de cocaína, el riesgo era de uno en ocho.

Las madres consumidoras de cocaína también tenían una de tres posibilidades de dar a luz un bebé con menos de 2 kilos 500 gramos de peso, mientras en las mujeres que no usaban la droga esa probabilidad era de una en 10.

Son pequeños en peso, tamaño, circunferencia de cabeza y cerebro, dijo Murphy.

Otros médicos señalan que los bebés de madres consumidoras de cocaína también corren mayor riesgo de tener presión arterial elevada, enfermedad cardiaca y muerte prematura, lo que implica que los costos sociales actuales requieren una política de asistencia médica a largo plazo.

Estudios indican que los programas para que las mujeres dejen la cocaína son útiles, por lo cual es importante que los médicos identifiquen a las pacientes con este problema, señaló Murphy.

El embarazo suele ser un tiempo en que las mujeres pueden cambiar sus vidas. Es potencialmente una oportunidad para que se encaminen, añadió la experta.