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Contra el Establishment
British Petroleum aseguró su estancia en Rusia por al menos 50 años con canje de acciones
Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 19 de enero de 2011, p. 28

Moscú, 18 de enero. El reciente canje de acciones por 16 mil millones de dólares entre la compañía estatal Rosneft y el consorcio multinacional British Petroleum (BP), así como el acuerdo de explorar y desarrollar bajo licencia tres bloques en la plataforma epicontinental del Artico, son una suerte de seguro que permitirá a BP permanecer al menos 50 años en Rusia.

Hace dos años –de acuerdo con cables de la embajada de Estados Unidos en Moscú, obtenidos por Wikileaks y dados a conocer por el diario londinense The Guardian– un alto ejecutivo de TNK-BP, empresa mixta formada por la multinacional con Alfa-Acces-Renova de multimillonarios rusos, comentó al embajador estadunidense el riesgo de que el Kremlin, a través de Rosneft y Gazprom, pudiera hacerse con el control de TNK-BP.

En ese momento, noviembre de 2008, la multinacional tenía un conflicto con sus socios rusos por la dirección general de la empresa mixta, entonces a cargo de Robert Dudley –quien tuvo que huir de Rusia–, y temía perder TNK-BP, que aporta una cuarta parte de la extracción de petróleo y gas de BP en el mundo y representa la quinta parte de todas sus reservas.

David Peattie, jefe de BP en Rusia y director ejecutivo de TNK-BP, vaticinó: en una perspectiva de mediano plazo, dos o tres años (en el transcurso de este 2011), BP espera que el gobierno ruso nacionalice TNK-BP y que los sectores petrolero y gasífero pasen a control de Rosneft y Gazprom, dice el cable diplomático.

Y también reseña la parte optimista del análisis de Peattie: BP confía en seguir desarrollando sus activos (en Rusia) y se propone continuar las negociaciones con ambas corporaciones estatales (Rosneft y Gazprom) para establecer una amplia cooperación de largo alcance.

Para el ejecutivo, TNK-BP importa, pero no es el único modo de avanzar, por lo cual tiene planes de permanecer en Rusia al menos 50 años.

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Coleen Rowley, ex agente de la FBI, durante una manifestación de apoyo al soldado Bradley Manning, acusado de haber filtrado documentos secretos a Wikileaks, a principios de semana en WashingtonFoto Ap

Doce meses después, surgió un motivo adicional para buscar una alianza de BP con Rosneft. De acuerdo con otro cable de la embajada estadunidense, fechado en septiembre de 2009, “(Timothy) Summers (director de operaciones de TNK-BP, en ese momento el más alto ejecutivo de BP en la empresa mixta) se mostró preocupado por que en el liderazgo ruso de alguna manera se empezó a cuestionar el papel de BP en TNK-BP.

“En particular –señaló Summers– causa irritación que hayamos invertido 8 mil millones de dólares en la empresa mixta y, a la fecha, ya hayamos obtenido 12 mil millones de dólares en beneficios”. Advirtió que los funcionarios rusos miran con recelo a la empresa mixta, sobre todo después de que se decidió sacar parte de las ganancias fuera de Rusia.

Resuelto el contencioso de los accionistas de TNK-BP, Robert Dudley, ya ascendido a director ejecutivo de la multinacional, regresó a Rusia en plan triunfal para cerrar, el sábado anterior, la alianza estratégica de BP con Rosneft en la residencia del primer ministro Vladimir Putin.

Según los términos del acuerdo, Rosneft toma 5 por ciento de participación en BP, a cambio de cerca de 9.5 por ciento de la corporación rusa, aparte del 1.2 por ciento que ya poseía.

BP, además, accede a grandes cuencas de hidrocarburos, incluidas las que plantean dificultades en gestión de riesgos ecológicos o ambientales, como sucede en el Artico.

Ahí, para empezar, BP y Rosneft convinieron en explorar y desarrollar una superficie del Artico ruso, el mar de Kara, aún mayor en tamaño y perspectivas que el mar del Norte.

La prensa británica critica que, al tener más de 10 por ciento de las acciones de Rosneft, BP se convierte en copropietaria de los activos confiscados a Mijail Jodorkovsky por el Kremlin y asume que tendrá que estar de lado de Rosneft a la hora de rechazar las demandas presentadas por antiguos accionistas de la desmantelada Yukos.