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Diputados visitan el recinto para conocer el origen de la polémica por su remozamiento

Vicencio: Bellas Artes no es un museo intocable, sino un teatro vivo

Se cambió toda la mecánica teatral por obsoleta e ineficaz, explica la directora del INBA

Pendiente, realizar varios simulacros de evacuación antes de reiniciar actividades, informa

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Foso de la orquesta del teatro del Palacio de Bellas Artes, área que carece de salidas de emergenciaFoto María Luisa Severiano
 
Periódico La Jornada
Miércoles 19 de enero de 2011, p. 4

La sala de conciertos del Palacio de Bellas Artes no es un teatro-museo, como muchos que existen en el mundo. Por ello se decidió cambiar de manera integral, entre otros aspectos, su mecánica teatral, calificada de obsoleta e ineficaz en el diagnóstico preliminar que se solicitó a expertos de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Ese fue el argumento principal que autoridades del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) dieron ayer a algunos legisladores de la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados que visitaron el recinto para conocer, de manera objetiva, el origen de la polémica que se ha ventilado en varios medios de comunicación respecto del remozamiento del máximo recinto cultural del país.

La directora del INBA, Teresa Vicencio, afirmó: “hay quien prefiere tener un museo y decir no toquemos nada, que se queden las cosas como estaban. Aunque nos queda claro que las cosas no estaban como en 1934, porque hubo intervenciones en los años 50, 70 y 90, tampoco era todo original. Las butacas que retiramos, por ejemplo, eran de 2004.

“Hay quien de manera apasionada y honesta considera que defender el patrimonio es tener un museo, pero hay quienes preferimos tener un teatro vivo, respetando la estructura y vocación del recinto, pero actualizándolo.

Hay quienes dicen que si ya no funcionaba como teatro que no se hubiera tocado y, aunque sea se hubiera abierto un museo. Es una opinión válida, pero los artistas escénicos, los músicos y los miles de espectadores a lo mejor no están tan de acuerdo con que, con tal de no tocarlo, el Palacio de Bellas Artes se hubiera convertido en un maravilloso museo. Son posturas irreconciliables.

Primer recorrido de Icomos

Respecto de la denuncia que prepara la representación en México del International Council on Monuments and Sites (Icomos) para ser presentada ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) por presuntos daños al patrimonio cultural en el Palacio de Bellas Artes, Teresa Vicencio expresó su confianza en que en algún momento, esta polémica pueda llegar a buen término.

Argumentó que, en muchos casos, las opiniones de quienes critican los trabajos de rehabilitación que se hicieron en el recinto responden a falta de información y que muchas de las personas que se han acercado a los medios de comunicación no han tenido tiempo de venir. Si se aproximaran a nosotros y platicaran quizá su opinión estaría más formada. Pero no hemos recibido solicitudes formales de información técnica; en caso de entablar una querella, para mí ese sería un camino natural.

Afirmó que fue el INBA el que buscó a los representantes de Icomos para invitarlos a recorrer el teatro del Palacio de Bellas Artes la próxima semana: como organización, será la primera vez que vengan.

Si bien se había convocado a los legisladores a realizar un recorrido por el teatro, éste no se llevó a cabo. El encuentro se limitó a la exhibición de un video informativo y a una larga sesión de explicaciones de algunos de los responsables de la renovación del teatro, como el escenógrafo Alejandro Luna; la arquitecta Itzel Alba (quien rediseñó la isóptica); Christian Ezcurdia (diseñador de audio y responsable de la acústica); Claudio Gantous, del despacho Gan Arquitectos (quienes eligieron el tipo de madera de muros y pisos), y Ramón Vargas Salguero, titular de la dirección de Arquitectura del INBA.

También estuvo presente Alejandra Peña, subdirectora general de Patrimonio Artístico Mueble del instituto, quien afirmó que desde abril de 2009 se capacita a los trabajadores del teatro (los que, por cierto, no asistieron al encuentro), para que sepan utilizar los nuevos mecanismos de tramoya, iluminación y mecánica teatral.

Agregó que “como en todo, siempre hay un proceso de adaptación, el equipo que ellos manejaban anteriormente era manual, éste es completamente sistematizado. Quienes vieron la ópera Fidelio se dieron cuenta de que la mecánica teatral funciona, las plataformas se mueven... lo del telón chueco era parte de la escenografía”.

Peña dijo que no puede hablarse de que se eliminaron los pasillos laterales en el área de luneta, porque la separación que había entre las butacas y los muros, de entre 53 y 80 centímetros, no eran pasillos, es decir, reiteró, no eran una vía de escape natural.

Gantous señaló que lo que se planteó con la nueva concha es que ya no viviera en el escenario como la anterior que se recorría al fondo y estorbaba, la nueva ahora se puede guardar debajo del escenario.

En referencia a los señalamientos de inseguridad en el recinto, Vicencio dijo: “me parece fuera de lugar decir que se reinauguró el teatro del Palacio de Bellas Artes fuera de la ley, porque hemos sido observantes de los reglamentos, acompañados por la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivivenda del Gobierno del Distrito Federal en el proceso de construcción, y el arquitecto Felipe Leal, titular de esa dependencia, quien conoce bien el proyecto.

“Se trabajó con los estándares no sólo que marcaba el reglamento de protección civil capitalino, sino internacionales para recintos como éste, los cuales, en algunos aspectos específicos, son incluso más exigentes que nuestro propio reglamento.

A solicitud nuestra acudieron los funcionarios de Protección Civil de la ciudad de México a establecer un dictamen del que aún no conocemos las observaciones. En el primer recorrido les pareció que estábamos cumpliendo con el reglamento. Ellos fijaron de plazo una semana para dar el dictamen, porque querían ver a detalle los planos.

La directora del INBA dijo que está pendiente hacer varios simulacros de evacuación en el teatro, previos al reinicio de las actividades artísticas.

Se informó que la antigua mecánica teatral se desmontó con toda seriedad, de manera que “tornillo por tornillo y pieza por pieza está inventariada y embodegada, por si alguna vez se encuentra el lugar dónde rearmarla, porque es de dimensiones considerables.