Cultura
Ver día anteriorDomingo 9 de enero de 2011Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Editorial RM publica un libro con sus intervenciones a muchachas de calendario

Dr. Lakra trasciende la subcultura del tatuaje hacia el arte a escala internacional
 
Periódico La Jornada
Domingo 9 de enero de 2011, p. 4

La obra dibujística del tatuador Dr. Lakra le está abriendo puertas a escala internacional. Tanto es así que en el prólogo del libro de reciente publicación, Dr. Lakra (Editorial RM), el curador Pedro Alonzo señala que éste es el primer artista del tatuaje en trascender la subcultura del arte corporal y ser parte del mundo del arte.

El volumen, que a la vez es un catálogo de su exposición de marzo pasado en el Instituto de Arte Contemporáneo, en Boston, Estados Unidos, fue presentado en diciembre pasado en la galería Kurimanzutto, la cual representa al artista. Contiene 120 imágenes a color de su obra, así como textos de Gabriel Orozco, a quien conoció y frecuentó a finales de los años 80, en su taller de Tlalpan, y de Eduardo Abaroa.

Buena parte del libro reproduce su trabajo dibujístico realizado sobre muchachas de calendario de revistas de antaño, una serie que atrajo la atención hacia su obra, pero que interrumpió.

Jerónimo López Ramírez (Distrito Federal, 1972), nombre de pila de Dr. Lakra, no se cansa de decir que tatuar a Olga Breeskin o Lyn May, retratadas en las portadas de las revistas Vedetes y Deportes y Diversión, respectivamente, nació casi por aburrimiento. Mientras no tenía nada que hacer, esperando clientes de tatuaje, me ponía a dibujar sobre las revistas, como un juego.

Chacharear es una palabra clave en la obra artística del Dr. Lakra. “He juntado todas estas revistas viejas, con sus respectivas iconografías, desde antes de que pintara. Me servían de referencia; las usaba para hacer collages y las coleccionaba desde antes de que empezara a hacer todas estas intervenciones. Es como el gesto que tiene cualquier adolescente cuando está aburrido en la escuela y le pinta bigotes al cuaderno”.

Aunque Dr. Lakra no sólo trabaja sobre ilustraciones de revistas, reconoce que gran parte de su trabajo está basado en cosas publicadas. Agrega: Mi trabajo siempre ha girado alrededor del soporte, tanto el tatuaje y los murales, como las revistas. No me gusta ver un papel y tener que hacer algo; me siento inhibido. Últimamente sí he hecho algunas cosas empezando desde cero, pero me gusta mucho hacer comentarios o agregar cosas a algo que ya está impreso.

–¿Cuál sería la relación entre el tatuaje y tu obra artística personal? ¿Es lo mismo?

–No es lo mismo. Cuando haces un tatuaje trabajas con otra persona, a quien en cierta forma complaces, porque estás dibujando en su cuerpo, y es algo que va a llevar toda su vida. Allí implican muchísimas más cosas, desde sangre, dolor, emociones, incluso pasar horas con esa persona.

Eso, para empezar, lo hace muy distinto a lo que podría ser una simulación de un tatuaje en una revista. Cuando trabajo una publicación estoy solo en mi estudio, haciendo cualquier cosa que se me ocurra, por ejemplo, cosas que ni siquiera se pueden tatuar. Incluso, aunque la iconografía a veces se parezca, el modo de hacerlo es totalmente distinto.

–¿Se considera simple tatuador o artista que también hace tatuajes?

–Las dos cosas. A veces hago cosas así como lo que me piden, depende también un poco del contexto. Siempre trato de meterle más de mi dibujo y cambiar el diseño, pero a final de cuentas tienes que complacer a la persona. No estoy para nada en contra, me gusta hacerlo.

–Cuando hace su obra artística personal, ¿hace a un lado este otro mundo?

–Muchas personas han llegado a decirme: quiero el tatuaje que sale en este cuadro, o quiero que traduzcas el cuadro a tatuaje. Los dos mundos se combinan. La mayoría de la gente que tatúo conoce un poco lo que pinto. Hace mucho que no tatúo en un estudio.

Para 2011 Dr. Lakra tiene pendiente una exposición en The Drawing Center, en Nueva York. Allí presentará puro dibujo, la mayoría sobre papel y algunas cosas en muro.

Hace años, explica, empecé a hacer una colección de chistes acerca de los tatuajes. De repente encontré una revista en la que había un chiste, luego, otro. Así pasaron 15 años y vi que tenía un montón y decidí hacer una instalación con todo, junto con unos discos, porque siempre los he juntado. Tengo una colección de discos que todos aluden de cierta forma al tatuaje. No es que vaya a intervenir las portadas.

La idea es reflejar el coleccionismo dentro de su trabajo. Como ha influido “toda esta cosa de chacharear para, luego, transformarla”.