Londres, 1º de enero. La zona euro sólo tiene una posibilidad entre cinco de sobrevivir en su forma actual en los próximos 10 años, debido a los desequilibrios de competencia entre sus integrantes, señaló uno de los principales centros de estudios británicos.

El Centro de Investigación Económica y Empresarial (CE- BR, por sus siglas en inglés) informó que España e Italia tendrán que refinanciar cerca de 400 mil millones de euros (530 mil millones de dólares) en bonos soberanos en la primavera boreal, lo cual podría generar nuevas crisis en la zona, que a partir de este primero de enero cuenta con 17 miembros con el ingreso de Estonia.

Este país, uno de los tres que formaban parte de la ex Unión Soviética, se despidió de su moneda, la corona, y adoptó el euro la noche vieja de 2010.

Estonia, con apenas 1.3 millones de habitantes, es el tercer país ex comunista en adoptar la divisa común, luego de Eslovenia en 2007 y Eslovaquia en 2009. Es la nación más pobre de la zona. Tenemos mucho por hacer, declaró el primer ministro estonio, Andrus Ansip.

El banco central de ese país comunicó que el cambio de divisa transcurrió sin dificultades.

El ingreso a la eurozona sucede justo en medio de especulaciones sobre la situación de economías como España y Portugal, y el reciente rescate financiero de Irlanda, que se suma al de Grecia.

El euro podría quebrarse en este punto, aunque los políticos europeos generalmente son capaces de responder a la crisis, expresó el jefe ejecutivo de la entidad, Douglas McWilliams.

La canciller Angela Merkel ha afirmado en reiteradas ocasiones el compromiso de Berlín con el euro, algo que volvió a mencionar en su mensaje navideño. El euro es la base de nuestra prosperidad, aseveró.

Alemania necesita a Europa y nuestra divisa común. Para nuestro bienestar y para superar los grandes desafíos mundiales. Nosotros, los alemanes, asumimos nuestra responsabilidad, aún cuando a veces es muy dura, enfatizó Merkel.

En ese sentido coincidió el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, quien también en su mensaje de fin de año expuso que Europa es esencial para nuestro futuro, para nuestra identidad y para nuestros valores.

Asimismo llamó a los franceses a que no crean a quienes propugnan la salida del euro, porque eso “sería una locura. El aislamiento de Francia sería una locura. El fin del euro sería el fin de Europa.

Europa, en la tempestad, ha sabido hacer frente, cierto que no completamente y a menudo no suficientemente rápido, pero Europa se ha comportado y nos ha protegido durante la crisis financiera mundial, agregó.

McWilliams señaló que los profundos desequilibrios entre las economías débiles y las más fuertes del bloque, que se ha vuelto cada vez más evidente desde la crisis financiera de 2008, supondría un gran obstáculo para el proyecto en el largo plazo”.