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La presión del Estado sobre los cárteles ha hecho que hostiguen a la sociedad, justifica Chávez

Ciudad Juárez, Michoacán y Tamaulipas, principales polos de violencia, dice la PGR

Muchas policías municipales están asociadas al crimen, por lo que debe haber un mando único

 
Periódico La Jornada
Sábado 18 de diciembre de 2010, p. 11

Los tres principales polos de violencia en México tienen basamentos distintos y se localizan en Ciudad Juárez, Chihuahua, y los estados de Michoacán y Tamaulipas, señala la Procuraduría General de la República (PGR).

De acuerdo con un análisis del titular de la dependencia, Arturo Chávez Chávez, en Ciudad Juárez existe un problema muy serio de pandillas que son utilizadas por los cárteles de la droga en la disputa del territorio; en Michoacán, La Familia utiliza cuestiones semidogmáticas para confundir a la población, y en Tamaulipas existe “el empoderamiento cultural de una actividad (el narcotráfico) que durante muchos años se desarrolló y que de alguna manera –a lo mejor indirecta– fue tolerada por muchos años”.

Para el funcionario federal, lamentablemente hay estructuras, principalmente relacionadas con las policías municipales de muchas entidades, que están asociadas con la delincuencia organizada, por ello la importancia de la propuesta del mando único estatal.

Señala que el incremento de la violencia durante este año se debe a “la decisión del Estado mexicano de combatir todas las expresiones delictivas sin distingo, así como de presionar cada día más el ejercicio de sus actividades ilícitas, y también a que se está buscando detener a los hampones para presentarlos ante la justicia, lo que ha propiciado que importantes líderes de estas organizaciones sean capturados o abatidos.

“Evidentemente que la actuación del Estado, al ir cerrando sus espacios de acción y al asegurar cantidades cada vez más importantes de droga, dinero o inmuebles, y al detener a sus líderes, provoca, por un lado, que (los delincuentes) presionen a la sociedad civil ante la carencia de recursos y, por otro, que ante la ausencia de liderazgos haya escisiones dentro de las estructuras delictivas, las cuales provocan que se empiecen a pelear el territorio que anteriormente estaba controlado por un mando.

“Los lugartenientes no siempre se entienden y cada uno busca generar su propia organización, por lo que se empiezan a enfrentar.

En cualquier caso, lo que tenemos claro es que hay un debilitamiento importante de lo que son las estructuras delictivas.

De acuerdo con el análisis del titular de la PGR, las capacidades del Estado mexicano han ido evolucionando desde 2007, cuando el gobierno se vio obligado a tomar una decisión de fuerza para contener el avance de las organizaciones criminales y la laceración de las estructuras primarias del Estado.