as principales cadenas de televisión europeas se disputan los derechos para realizar una serie basada en los presuntos delitos sexuales que una instancia judicial sueca le atribuye a Julian Assange, el personaje más controvertido del planeta, admirado por millones y odiado y temido por diversos gobiernos e intereses trasnacionales. La serie comenzaría con el momento en que el fundador de Wikileaks decide ir a un seminario en Estocolmo y acepta quedarse en la casa de Anna Ardin, una militante feminista. Está probado que ambos se gustaron e iniciaron un romance que terminó en relaciones sexuales.

Hasta aquí, una historia más. Pero según el testimonio de Ardin, durante el acto sexual a Julian se le rompió el preservativo. Ella le pidió detener el acto pero él se negó. Pese a ello la amistad entre ambos siguió en muy buenos términos. Por eso algunos analistas señalan que el motivo para que Anna lo acusara de violación tiene que ver con otra mujer, Sofía Wallen, amiga de la feminista.

La conoció en una fiesta que Anna le organizó a Julian. Se gustaron a tal grado que al día siguiente Julian estaba ya en el departamento de ella. Allí le hizo dos veces el amor. Una en la noche, con preservativo; la segunda en la mañana, sin protección, lo que molestó a Sofía.

Terminado el encuentro en buenos términos (hasta lo despachó con un suculento desayuno sueco), Sofía llamó a Anna y le contó lo sucedido. Ésta por su parte le detalló los pormenores de su encuentro sexual con Julian. Ambas deciden acudir ante la autoridad y lo denuncian por delitos sexuales. La juez que atiende el caso acusa entonces a Assange de cometer con Sofía el delito de violación y de acosar sexualmente a Anna. Ésta afirma que el sexo que sostuvo con él fue en un principio consensuado, pero luego se convirtió en abuso. Sin embargo, ambas presumieron en sus páginas de Internet la relación sexual que tuvieron con Assange, al que califican como una de las personas más simpáticas e inteligentes del mundo. ¡Es increíble!

Entre las perlas valiosas descubiertas al hurgar en la vida de Anna figura una hallada en su blog sobre cómo vengarse de los engaños de los hombres en siete pasos legales. Mientras Sofía sostiene en su denuncia el temor que tuvo de quedar embarazada en una noche de placer no programada.

Y para redondear la trama que garantiza el éxito de la serie, nada mejor que incluir otros datos sobre Anna Ardin: sus vínculos con grupos financiados por Estados Unidos para atacar al régimen cubano; su relación con el que encabeza Carlos Alberto Montaner, un hombre vinculado con la CIA.

De lo que no hay duda es que a Julian le advirtieron tener cuidado con las trampas del sexo porque, como decía el Indio Fernández, el hombre es fuego, la mujer estopa, llega el diablo… y sopla.