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Es el cambio esperado sin estar bajo presión de ninguna especie, expresa el académico

Consejero califica de gran oportunidad para la UNAM la reforma de Narro Robles

Considera relevante la renovación crítica de los planes y programas de estudios

 
Periódico La Jornada
Sábado 11 de diciembre de 2010, p. 17

La reforma anunciada por el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), José Narro Robles, es la puerta de posibilidades que esperaba la comunidad para generar transformaciones en la casa de estudios, sin estar bajo presión de ninguna especie, aseguró Hugo Casanova Cardiel, del Instituto de Investigaciones Sobre la Universidad y la Educación (IISUE).

El consejero universitario consideró que ésta es la gran oportunidad para la universidad de iniciar un proceso de reforma “en tiempos de paz, que es cuando se deben lanzar las reformas.

“Es muy oportuno que lo haya anunciado este jueves el rector, porque nos abre una puerta de posibilidades para generar transformaciones sin estar bajo presión de ninguna especie. La única presión que debemos tener en este momento es la de la coherencia, la del conocimiento y la sensatez.

“No hay una presión de tipo político, ninguna movilización que nos lleve a tomar una decisión en uno u otro sentido. Esto es muy importante para la comunidad universitaria: saber que podemos transformar nuestra institución en tiempos de paz, hacia la paz y pensando en el futuro.

“En otros momentos hemos señalado: celebramos los últimos 100 años, pero tenemos que pensar en construir los próximos 100 años de la universidad y este tipo de reformas; por supuesto ‘no es la reforma’, sino una que busca actualizar la manera en que la UNAM resuelve sus problemas de cara al futuro”, subrayó.

Cambio empujado por la comunidad

Indicó que el proceso fue anunciado por el rector, pero es la reforma de la universidad, de la institución en su conjunto. Empujada por la propia comunidad universitaria y en especial por los órganos colegiados de la misma. Esa tiene que ser, me parece, la condición de esta reforma.

Apuntó que la reforma parte de una base en que coincidimos la mayoría de los universitarios: ratifica el carácter público de la universidad, su carácter nacional, comprometido y laico, así como su vocación latinoamericana, académica y pública.

El investigador planteó que este proyecto para renovar y fortalecer la casa de estudios tiene tres dimensiones: la de gobierno de la universidad, la académica y la de gestión y financiamiento.

El mecanismo por el cual los universitarios nos transformaremos, refirió, pasará por la renovación de algunas de sus estructuras y formas de gobierno, debido a que subsiste una normatividad que tiene más de seis décadas sin cambios sustantivos; el fortalecimiento del Consejo Universitario, con el aumento de sus integrantes, pero sobre todo con la revisión a su operatividad, agregó.

En el tema académico destaca, dijo, la renovación crítica de los planes y programas de estudios –en algunos casos tenemos planes que se han quedado muy retrasados– y el replanteamiento al servicio social, entre otros puntos.

Sobre el Patronato Universitario, indicó que la gestión del mismo también presenta rezagos en cuanto a su integración y mecanismos de operación. En materia de transparencia, agregó, las normas de la UNAM tienen que ser mucho más rigurosas y vigentes, sobre todo en el ámbito financiero y el ejercicio de su gasto.

Esteban Guerrero, consejero universitario por los trabajadores administrativos, subrayó que la propuesta de reforma presentada viene a llenar un espacio en la universidad y pretende darle funcionalidad y acercarnos más a la realidad de la sociedad.

Apuntó que es una propuesta coherente y que aborda el interés fundamental de los universitarios: mejorar la calidad de la enseñanza y el respeto a los derechos de su comunidad.