Estados
Ver día anteriorSábado 11 de diciembre de 2010Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Muestra de intolerencia e inmadurez; Mayrén acudió como defensor de derechos: perredista

Priístas abandonan sesión en el Congreso de Oaxaca, tras ocupar un cura la tribuna
Foto
El sacerdote Francisco Mayrén Peláez, durante su arenga en el Congreso de Oaxaca, donde ayer se conmemoró el 62 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. El sacerdote recibió un reconocimiento por su lucha en favor de las causas socialesFoto Ezequiel Gómez Leyva
Corresponsal
Periódico La Jornada
Sábado 11 de diciembre de 2010, p. 34

Oaxaca, Oax., 10 de diciembre. El uso de la tribuna del Congreso local por el sacerdote católico Wilfrido Mayrén Peláez, y los gritos de ¡Ulises, asesino! de activistas sociales provocaron que los 17 diputados del Partido Revolucionario Institucional (PRI) abandonaron la sesión solemne con la que se conmemoró el 62 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Antes, los priístas dejaron pasar la intervención del perredista Martín Vázquez Villanueva, quien destacó que hace 62 años en París, Francia, la Organización de Naciones Unidas emitió un documento toral que estableció la igualdad de todos los seres humanos, más allá de nacionalidades, credos, razas, género, condición social y opinión política, que también podemos llamar filiación ideológica o preferencia partidaria.

Cuando bajó de la tribuna, los activistas que ocupaban las galerías ya habían desplegado mantas en las que se leía: Justicia y castigo a (el ex gobernador) Ulises Ruiz.

El priísta Elías Cortés pidió la palabra a la presidenta de la mesa directiva, Eufrosina Cruz Mendoza, para anunciar que la bancada del PRI se retira por la falta de respeto al pleno. Aunque todavía le pidió que comprobara si había quórum, la panista lo ignoró.

La presencia de Wilfrido Mayrén, dijo Cortés, es una falta de respeto a los diputados, nosotros no subimos al púlpito a dar nuestros mensajes. Son protagonismos fuera de lugar.

(Mayrén Peláez) debería respetar su investidura y mejor irse a predicar a su iglesia, no venir a faltarle al respeto al Legislativo, dijo el priísta Marco Antonio Hernández Cueva, mientras abandonaba el salón.

Su compañero José Antonio Hernández Fraguas explicó que se enteraron de la intervención de Mayrén Peláez cuando se inició la sesión y que la medida de abandonar el salón se dio “por dignidad.

No puedes permitir que vengan los invitados a tu casa a insultarte, en alusión a los gritos de Ojo por ojo, diente por diente, Ulises asesino, la cuenta está pendiente, que se lanzaron desde las galerías.

La sesión continuó con 17 de los 42 legisladores de los partidos de la Revolución Democrática, Acción Nacional, del Trabajo y Convergencia.

El cura respondió: No fue una celebración litúrgica ni asistí a dar una catequesis; me presenté como defensor de los derechos humanos. Se tocaron fuertes intereses, hay gente que tiene cosas que temer y que ocultar.

El perredista Carol Antonio Altamirano comentó que los priístas aprobaron la intervención del sacerdote y presidente de la Comisión Diocesana de Paz y Justicia de la Arquidiócesis de Antequera, Oaxaca. Para nada se violó el Estado laico: él se presentó como defensor de los derechos humanos. El problema empezó cuando en las galerías aparecieron las mantas.

Consideró que los legisladores del PRI “dieron muestra de intolerancia e inmadurez. Que no le busquen, tienen que asumir el costo (…) y no buscar impunidad, reconocer los atentados a los derechos humanos en el régimen de Ulises Ruiz”, que concluyó el paso primero de diciembre.

Juan Mendoza Reyes, coordinador parlamentario del PAN, coincidió en que la salida de los priístas “fue un acto de intolerancia, un intento de reventar la sesión. Las manifestaciones se dieron en forma espontánea y la presencia del padre Uvi (Mayrén Peláez) se dio a invitación de la Comisión de Derechos Humanos” del Poder Legislativo.

En la sesión se entregaron reconocimientos a 23 personas y organizaciones dedicadas a la defensa de las garantías individuales, entre ellas Cactus, Manos de Ayuda, a los asesinados Jiry Jaakkola, a Beatriz Cariño, al propio Wilfrido Mayrén Peláez, a los periodistas Pedro Matías e Ixtli Martínez, quien lo rechazó porque en Oaxaca no hay una defensa real de los derechos humanos.