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El dueto puertorriqueño cantó durante dos horas; mantuvo el ánimo hasta arriba

Vamos a tumbar el techo, lanzó Calle 13 al realizar eufórica fiesta en el Metropólitan
 
Periódico La Jornada
Miércoles 1º de diciembre de 2010, p. 8

¿Estamos vivos?, repitió René Pérez Joglar en varios momentos del concierto. Los ensordecedores gritos que le seguían no dejaban lugar a duda. Calle 13, el dúo puertorriqueño respaldado por una potente banda con percusiones e instrumentos de viento, armó una festiva y sudorosa celebración en un teatro Metropólitan a reventar la noche del lunes. Vamos a tumbar el techo, invitó.

El concierto comenzó con la energía hasta arriba, con Calma pueblo, del más reciente disco, Entren los que quieran. Yo estoy aquí para contarte lo que no cuentan los periódicos, rapeó Pérez Joglar, vocalista y compositor de la letra, conocido como Residente. “Pa’ cambiar el mundo desnuda tu coraje, la honestidad no tiene ropa ni maquillaje, no me hablen de carteles ni de Los Soprano, la mafia más grande vive en el Vaticano”.

Hip hop y rock

Entrados en el concierto, Pérez advirtió: Olvídense de los asientos, que no se van a sentar. No hacía falta que lo dijera. Nadie tenía pensado sentarse. Brincar y bailar, eso sí, y harto, al son de los ritmos latinos con hip hop y rock.

A lo largo de su relativamente corta carrera de cinco años, Calle 13, ganador de 12 Grammys, ha invitado a numerosos y diversos músicos a colaborar con ellos, desde Rubén Blades hasta Seun Kuti, hijo del pionero del afrobeat. Con Café Tacvba cantan No hay nadie como tú. Cuando interpretaron esta pieza durante el concierto, Emmanuel del Real los acompañó con la melódica. El teatro entero, con brazos alzados, cantó con ellos: No hay nadie como tú, mi amor.

Vamos a demostrar que México tiene poder, que nunca se va a arrodillar, lanzó Pérez, antes de invitar a todos a Colombia, con La cumbia de los aburridos. Eduardo Cabra, el discreto multinstrumentalista y compositor de la música del dueto, tocó el acordeón en esta pieza.

En el escenario, Ileana Cabra, la vocalista que acompaña a Calle 13 y hermana de ambos, bailaba con Residente por todo el escenario.

El excelente trompetista Jerry Medina cantó con Residente durante La perla, junto con todo el teatro: La noche me sirve de sábana.

Foto
René PérezFoto Nicolás Turchetto

Durante el encore, se grabó un video de la canción Vamo’ a portarnos mal, como se había anunciado desde hace semanas. Pérez dio instrucciones a todos para que hicieran el corito, uouu-uou-uouuu, como si nos viniéramos al final. El público se portó muy bien e hizo lo que le pedían. Durante la segunda toma (sí, hubo segunda toma), ya había mujeres en hombros que se quedaron en brasier y condones inflados volando por los aires, además de los papelitos de colores lanzados al inicio de la canción. Residente se quitó la playera, hubo aullidos femeninos, y se inclinó a besar a una mujer, ¿cómo te llamas?, María del Carmen, y le pidió que subiera al escenario. Para sorpresa de algunos, era una mujer regordeta y con cara de qué-hago-aquí. Residente le volvió a plantar un beso en los labios.

Esta noche vamos a hablar de sexo y de política, dijo Pérez. Lo que ustedes quieran decir, lo decimos. Estamos al servicio de ustedes. No es retórica. Calle 13 hace cosas como pedirle a la gente que envíe playeras con mensajes para que ellos las porten, como hicieron en la entrega de los premios MTV en 2009, cuando causaron revuelo al traer puestas playeras con mensajes como Uribe paramilitar y México nunca olvida, 2/oct/68. Durante el concierto les dieron una con la leyenda Rebelde como una vaca que no quiere dar leche. Gracias por la ropa, tengo una maleta llena, dijo René.

Residente dedicó Pa’l norte a la gobernadora de Arizona y a todos los migrantes del mundo, de parte de México. Siguió: Lo que pasa en Arizona está muy mal, es hitleriano. Canta para, de algún modo, generar un cambio: Que los visitantes se conviertan en residentes.

Calle 13 tiene cosas qué decir, eso quedó claro. Habló sobre los que se llaman músicos y lo hacen por plata y no escriben su letra y en favor de la diversidad sexual.

Luego del concierto, que duró casi dos horas, Calle 13 subió a su Twitter: ¡Gracias México! El concierto quedó chingón, chingón, chingón, chingón.