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Las Águilas, obligadas a ganar por dos goles de diferencia en el estadio de Torreón

Los Guerreros se impusieron al América; tienen un pie en la final

Darwin Quintero y Christian Benítez lograron las anotaciones del triunfo

La serie no la hemos ganado: Romano

El equipo no está muerto: Lapuente

Santos arbitrajes: Bauer

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El líder goleador Christian Benítez marcó el segundo gol y selló la victoria de los GuerrerosFoto Víctor Camacho
 
Periódico La Jornada
Viernes 26 de noviembre de 2010, p. a13

El ecuatoriano Christian Benítez demostró ayer por qué fue el campeón goleador en el torneo regular: durante todo el partido el jugador de Santos se convirtió en una auténtica pesadilla para la lenta defensa americanista y logró los dos goles de su equipo; el definitivo con una jugada que él mismo inicio desde atrás de media cancha, cuando sólo faltaba un minuto para finalizar el encuentro.

Los Guerreros se impusieron 2-1 en su visita a las Águilas, con lo que pusieron un pie en la final del torneo Apertura 2010, en duelo realizado ante regular asistencia en el estadio Azteca, cuyos aficionados salieron cabizbajos en lo que es prácticamente la eliminación de su escuadra.

Para seguir con vida, el club de Coapa está obligado a ganar por dos goles de diferencia en su visita de este domingo a Torreón, ya que el empate global daría el pase a los de la Comarca Lagunera porque terminaron terceros en la clasificación general, mientras el América fue cuarto.

Desde el silbatazo inicial el equipo visitante se lanzó al ataque y puso en aprietos a la zaga amarilla, que se hizo agua ante la ausencia de su líder, el colombiano Aquivaldo Mosquera, quien sufre una lesión en el muslo izquierdo.

La velocidad y habilidad de Darwin Quintero y de Benítez fue veneno puro para la lenta defensa local, la cual puso a trabajar horas extra a Memo Ochoa, sobre todo al minuto seis, cuando detuvo un disparo potente de José María Cárdenas, quien también ofreció un buen juego.

Sin embargo, el arquero americanista nada pudo hacer al nueve, cuando Quintero tocó retrasado con la cabeza a Cárdenas; el balón pegó en Patricio Treviño y le llegó al propio colombiano, quien fusiló a Ochoa con tiro cruzado, para el 1-0.

El dominio de los Guerreros era total, mientras las Águilas sólo atinaban a despejar el esférico y no creaban ningún peligro en la meta de Oswaldo Sánchez.

América se salvó del segundo al minuto 18, en un disparo que Quintero mandó a las tribunas cuando estaba sin marca en el área, y empató un minuto después en jugada por el centro que Rolfi Montengro envió de pase filtrado a Ángel Reyna, quien definió con toque preciso ante la salida de Oswaldo.

El técnico Rubén Omar Romano protestó fuera de juego, pero Reyna estaba bien ubicado.

Entonces despertaron las Águilas y al 22 de acción el silbante Jaime Herrera no marcó lo que pareció un claro penal, en barrida por detrás de Felipe Baloy sobre Matías Vuoso.

El equipo de Manuel Lapuente pudo irse al frente al 24, cuando Montenegro se encontró con un rechazo en la media luna, pero entregó su disparo a Oswaldo.

En duelo entretenido de ida y vuelta Quintero respondió con tiro potente que Ochoa rechazó con un buen lance a dos manos, y de inmediato el América creó otro peligro, en pase del Rolfi a Vicente Sánchez, quien mandó su tiro a la colocación del arquero santista.

A la media hora de juego Juan Pablo Rodríguez envió un disparo que iba al ángulo superior izquierdo, pero Ochoa salvó a su escuadra con un lance espectacular.

Ambos equipos no pudieron mantener el ritmo frenético y sólo hubo una pared entre Quintero y Benítez, que el ecuatoriano mandó a la red posterior derecha.

El mismo Quintero volvió a fallar al inicio del complemento, cuando recibió un pase a la altura del manchón penal, pero mandó el balón a las tribunas.

Después el que salvó al América fue Treviño, quien desvió un tiro de Benítez que iba a las redes.

Los técnicos realizaron movimientos, con lo que el partido decayó en una lucha sin sentido en la media cancha.

América perdió a Reyna por lesión y luego a su otro creativo, Montenegro, por decisión táctica de Lapuente. Por su parte, Romano ingresó a Daniel Ludueña, quien dio claridad a la ofensiva de su escuadra.

Las Águilas tuvieron el esférico, pero sin trascendencia, mientras Santos pareció conformarse con la igualada, hasta que al minuto 89 Benítez recuperó un balón atrás de la media cancha, se enfiló al área ante la displicencia de tres zagueros y venció a Ochoa con tiro cruzado, para definir la semifinal en favor de su escuadra.

Romano apenas pudo dar dos bocanadas a su cigarro y declaró brevemente: Nos llevamos ventaja de un gol y en la tabla de posiciones pero aun faltan 90 minutos frente a un rival complicado. No me voy calmado, sí tranquilo, pero la serie todavía no está ganada. La única duda que tengo es sobre la anotación del América. Por lo demás, Santos me gustó.

Lapuente también declaró con prisas y aseguró que su equipo no está muerto: “Tenemos todo para ganar. El partido se perdió porque tuvimos jugadas para remontar, pero ni modo. Ellos tuvieron la oportunidad y la aprovecharon.

El problema es que empezaron flojos y después del empate recobramos el control, pero no se pudo. Cosas del futbol. No somos un equipo precavido, si lo hubiéramos sido no habríamos tenido oportunidad de anotar.

Por su parte, Baloy dijo: si toqué a Vuoso, pero no sé si fue penal, eso no toca a uno decidirlo.

El presidente del América, Michel Bauer, se detuvo un segundo, volteó y dijo: Santos arbitrajes.