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Ordena colocar pene a la estatua de Marte

¿Por qué tenemos esculturas mutiladas si las de China parecen nuevas?, pregunta Berlusconi
 
Periódico La Jornada
Viernes 19 de noviembre de 2010, p. a10

Roma, 18 de noviembre. A pesar de las estrictas reglas de restauración en Italia, el jefe de gobierno, Silvio Berlusconi, ordenó colocar el pene a la estatua de mármol de Marte del siglo II y las manos a la de Venus que decoran la sede del gobierno en Roma, suscitando este jueves una ola de reacciones indignadas.

Las hermosas estatuas, de más de dos metros de altura, prestadas por un museo romano, fueron instaladas en el patio de honor del Palazzo Chigi a pedido de Berlusconi, también magnate de las comunicaciones, quien quiso emplazarlas frente a un discutible telón azul ideado por su arquitecto personal, Mario Catalano.

Las estatuas, del año 175 dC, fueron descubiertas en Ostia, cerca de Roma, en 1918, y representan al dios de la guerra y a la diosa del amor con los rostros del emperador romano Marco Aurelio y su esposa Faustina.

El préstamo de las estatuas, concedido a comienzos del año, había generado ya polémicas, debido a que se trata de algo inusitado en un país que protege su enorme patrimonio arqueológico, cuenta con expertos de renombre mundial especializados en restauración y conservación y aplica leyes que son ejemplo para la comunidad internacional.

La llamada cirugía estética a la que fueron sometidas las estatuas viola también las reglas de conservación para piezas de valor histórico, para las cuales se prohíbe que se engañe al espectador y se deben evidenciar los pedazos originales y aquellos restaurados.

¿Por qué las esculturas en China parecen todas nuevas y a las nuestras le faltan brazos y cabezas?, preguntó Berlusconi a su arquitecto cuando decidió que fueran completadas, según publica el diario La Repubblica.

El controvertido lifting y su costo (70 mil euros) fue criticado también por haber sido decidido justo cuando el Ministerio de Cultura registra recortes drásticos de fondos (46 por ciento para 2011) y tras el derrumbe de la Casa de los Gladiadores de Pompeya. Para la mayor formación de izquierda, el Partido Democrático, el ministro de Cultura, Sandro Bondi, se pliega a los caprichos y manías del premier.