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Da servicios y empleo a sus habitantes, respetando las raíces culturales

Ciudades Rurales Sustentables, estrategia contra pobreza y marginación en Chiapas
 
Periódico La Jornada
Domingo 14 de noviembre de 2010, p. 19

Para impulsar el desarrollo de las comunidades más remotas y menos pobladas, que experimentan altos índices de marginación, el gobierno del estado de Chiapas desarrolló la estrategia Ciudades Rurales Sustentables.

Dicho esquema tiene como objetivo crear centros urbanos intermedios que provean todos los servicios públicos, sobre todo de infraestructura económica capaz de generar oportunidades de empleo permanente e ingresos bien remunerados. Además, respeta la tenencia de la tierra y otorga un mejor lugar para vivir.

Ciudades Rurales Sustentables es una estrategia de combate a la dispersión poblacional, erradicación de la pobreza extrema y prevención de riesgos, con un enfoque territorial que complementa otros programas, como los que impulsa el gobierno federal por medio de Oportunidades y los centros proveedores de servicios.

El esquema contiene muchos de los elementos de las políticas que han resultado exitosas en otras latitudes, como descentralización, participación de la sociedad civil, fortalecimiento del gobierno local, empoderamiento de la población reubicada, desarrollo regional y coordinación intergubernamental, entre otros.

Lo más destacable de este esquema de política pública es que su diseño y aplicación parten del consenso de la población y del reconocimiento de las particularidades culturales, históricas, económicas, geográficas y sociales de las localidades beneficiarias, así como de la participación social en cada una de las etapas de la constitución y desarrollo de las ciudades rurales, además de la aplicación de políticas públicas para mejorar el aprovechamiento de las parcelas de origen.

Población dispersa

En Chiapas hay 19 mil 386 localidades, de las cuales, 19 mil 237 tienen menos de 2 mil 500 habitantes, 14 mil 346 menos de 100 y 12 mil 561 menos de 50; a este universo poblacional profundamente disperso se suma la accidentada orografía que dificulta la provisión de servicios públicos, infraestructura para el desarrollo y oportunidades de empleo.

Los poblados con mayores índices de marginación se encuentran en el rango de uno a 500 habitantes. El 95.83 por ciento de estas localidades tienen alta y muy alta marginación. Es decir, en Chiapas la pobreza se concentra en las localidades de menor tamaño. Este fenómeno se ha considerado como un determinante para la promoción del desarrollo porque las comunidades más remotas y menos densamente pobladas ven disminuidas sus oportunidades al no disponer de servicios que satisfagan sus necesidades básicas ni los medios de acceso, transporte e infraestructura carretera para acercarse a ellos con oportunidad.

Es la complejidad del fenómeno de la pobreza y la dispersión poblacional lo que ha motivado al gobierno del estado a impulsar la citada nueva estrategia para llevar los servicios y los empleos a la población que los demanda.

El consentimiento y la participación de la población beneficiaria son fundamentales para el éxito del programa. Es la gente la que decide dónde construir la Ciudad Rural Sustentable, el modelo de vivienda y la creación de las unidades económicas donde podrán ocuparse para obtener empleo e ingresos, así como los apoyos que requieren del gobierno para reactivar sus parcelas de origen con los cultivos que ellos libremente eligen tanto para el autoconsumo como para el mercado. Esto significa que las ciudades rurales no pueden ni deben construirse alejadas de las parcelas de origen, pues la población beneficiaria puede, si así lo desean, continuar trabajándolas.

En Nuevo Juan del Grijalva, del total de la población beneficiaria la mitad cuenta con parcelas donde continúa cultivando sus productos tradicionales, co- mo maíz y frijol. Sin embargo, algunos campesinos se están inclinando por la reconversión productiva de sus parcelas para incorporar plantíos de mayor valor comercial y más amigables con el medio ambiente, tanto maderables, como la caoba, el cedro blanco y el matilizhuate, entre otros, así como frutales, como zapote, lichi, rambután y limón persa, entre otros.

Este esquema de participación social está siendo aplicado en las ciudades rurales en construcción de Santiago el Pinar, Ixhuatán y Jaltenango. Ahora, la población beneficiaria contará con viviendas dignas con los servicios de agua, drenaje, electricidad, escuelas y servicios de salud, además de oportunidades de mayores ingresos y empleos tanto por la creación de unidades económicas comerciales y agroindustriales que se están creando en las ciudades rurales, como por los apoyos gubernamentales para continuar el aprovechamiento de sus parcelas de origen. Con ello, en Chiapas estamos dando cumplimiento a los Objetivos de Desarrollo del Milenio, se mejoran los Índices de Desarrollo Humano y se combaten la pobreza extrema y la marginación social.