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Presentan libro publicado por RM con cien trabajos del autor de El llano en llamas

Sin artificios estilísticos, las fotografías de Rulfo son muy actuales: investigador

Dos paquetes con el tema de la danza integrarán un nuevo volumen, adelantan

Foto
Instrumentos músicales y espectadores en Tlahuitoltepec, 1955, trabajo del autor de Pedro Páramo tomado del libro 100 fotografías de Juan Rulfo
 
Periódico La Jornada
Viernes 29 de octubre de 2010, p. 4

Juan Rulfo es, por mucho, el autor mexicano más estudiado, cuya obra no termina de dar sorpresas, afirma Víctor Jiménez, director de la fundación que lleva el nombre del autor de Pedro Páramo, al hablar acerca de un nuevo libro que detalla una de las grandes pasiones del escritor: la fotografía.

Aunque todavía no se sabe cuál es el número exacto de imágenes que conforman el archivo fotográfico de Rulfo, son alrededor de 600 tomas en las que predominan las escenas arquitectónicas, seguidas de paisajes y poblados, rubro en el que se incluyen, por supuesto, a los habitantes del México rural e indígena que fascinó al narrador.

El volumen, editado por RM, lleva por título 100 fotografías de Juan Rulfo y descubre a un versátil artista de la lente.

La selección del material estuvo a cargo del Andrew Dempsey y Daniele de Luigi. Este último comentó a La Jornada que conoció primero al Rulfo fotógrafo que al escritor, hace siete años en una muestra organizada por la editorial Lunwerg, en París.

“Me fascinó el silencio de sus fotografías, su estilo discreto, su naturaleza como persona, la cual descubrí más adelante. Sus imágenes tienen un modo natural, sin artificios estilísticos, lo cual las hace muy actuales. No obstante, Rulfo siempre estuvo atento al significado fotográfico, a la composición, a la forma, pero no por encima de la fotografía misma, del instante.

Por ejemplo, ahí está la imagen de la página 116, ¿qué se ve? ¿Nada? Es solo tierra. Pudiera ser una tumba. No lo sabemos. Me he preguntado muchas veces por qué la tomó, ¿qué buscaba? En esa foto está toda su manera de fotografíar, de indagar, de buscar signos, el misterio rulfiano, a final de cuentas.

Artista versátil

De todo el acervo fotográfico de Juan Rulfo, al que los investigadores tuvieron acceso sin restricciones, sólo quedaron fuera las imágenes de bailarines, pues para su apreciación y evaluación se requiere un conocimiento más especializado, comentó Víctor Jiménez.

Agregó que en torno al tema de la danza existen dos grandes paquetes de tomas que Rulfo captó de la compañía de Magda Montoya, en una, los bailarines aparecen con vestuario mexicano, en la otra con otro más clásico, internacional. Sabemos que Rulfo y Nacho López participaban en sesiones que se realizaban en la zona de los volcanes, donde los intérpretes bailaban en los campos de labranza, con grandes fondos de nubes. Todo ese material será tema de un próximo libro.

Si bien algunas fotos están vinculadas a su mundo literario, el estilo que mejor define al fotógrafo Rulfo es versátil, puntualiza el director de la fundación que resguarda el legado del autor de El llano en llamas.

Estancia en Oaxaca

En los recientes 12 meses, las investigaciones en torno al acervo fotográfico han descubierto, por ejemplo, por qué Rulfo estuvo a mediados de los años 50 del siglo pasado en Oaxaca, donde tuvo oportunidad de retratar diversas comunidades indígenas.

El autor “fue invitado, entre 1955 y 1957 por la Comisión del Papaloapan, que construía en la región una presa. Quería no sólo el enfoque ingenieril, sino humano; llamaron a antropólogos que trabajaron con los ingenieros para recoger información acerca de los pueblos que iban a ser afectados por la obra.

Ahora sabemos que hubo una concentración de músicos y bailarines en Santa María Tlahuiltoltepec, exclusivamente para que Walter Reuter y Rulfo los fotografiaran.

La Fundación Rulfo se mantuvo lejos de las decisiones de los investigadores en la selección del material que conforma 100 fotografías de Juan Rulfo, para no contaminar con una visión mexicana y que fuera una edición más objetiva, porque han salido varios libros los que surgen de la fundación y no queremos que sean siempre parecidos, concluyó Víctor Jiménez.