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El escritor José Emilio Pacheco dictó una conferencia en la Capilla Alfonsina

Persisten muchas injusticias contra el poeta Peza
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José Emilio Pacheco durante la conferencia del poeta y traductor, anteayer, en la Capilla AlfonsinaFoto Roberto García Ortiz
 
Periódico La Jornada
Sábado 16 de octubre de 2010, p. 6

El escritor José Emilio Pacheco (JEP), quien dictó la conferencia La muerte de Juan de Dios Peza y el fin del siglo XIX, en la Capilla Alfonsina, hizo alusión a lo ocurrido el pasado miércoles cuando recibió la Medalla al Mérito en Artes de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal.

En la entrega de dicha presea dos diputados locales le atribuyeron la autoría de obras como Un tranvía llamado deseo y Crónica de una muerte anunciada.

Con una anécdota, consistente en la búsqueda que hizo Pacheco en la Internet para obtener información de Peza, comenzó su segunda conferencia en el ciclo Literatura mexicana hacia 1910, que organiza El Colegio Nacional, del que es integrante.

Se trata, manifestó JEP, de un grave problema que tenemos para la cultura en general y en particular para la literatura mexicana con la Internet. Esto que me ha sucedido me hace pensar en el problema de la responsabilidad y la irresponsabilidad con que asumimos muchas veces las cosas.

Pacheco recurrió a la Red para ver qué había sobre el poeta Peza (1852-1910), famoso por su libro Cantos del hogar. Al leer los textos, el contenido le sonó conocido, pues “resulta que en su abrumadora mayoría están basados en una nota (de JEP) que aparece en un tomo, experimento interesante del editor René Solís que, a mediados de los años 80, decidió aprovechar los supermercados para vender libros. Hice muchas traducciones de libros infantiles. Después me encargó una serie de antologías, una de ellas La poesía mexicana; la parte del siglo XIX es mía y la otra de Carlos Monsiváis, cuya ausencia tanto lamentamos.

Es una nota muy breve, una cosa popular, lo hice lo mejor que pude, pero es una nota débil, incompleta. Aunque el libro ya no existe –la edición fue comprada por la empresa de tiendas de autoservicio y Pacheco apenas consiguió un ejemplar–, resulta que encontró su perpetuación en Internet.

El hecho de que después de 25 años persista como la única versión circulante sobre Juan de Dios Peza, pareció al conferenciante una de las muchas injusticias contra Peza, cuyo centenario luctuoso se cumplió el pasado 16 de marzo y lo único que hubo fue una conferencia de Raquel Huerta Nava en el Centro de Lectura Condesa. Pacheco se congratuló de que por fortuna José Ortiz Monasterio –ha hecho todo este rescate, no sé si son ya 12 tomos de la obra de Peza– y realiza con Pablo Mora una compilación de su poesía que por fin le hará justicia”.

Peza trató de conciliar las dos orillas de la poesía mexicana y la española: Todos sus poemas se encajan perfectamente en la norma española, pero sus temas son nacionales y más específicamente de la ciudad de México. Él formó parte del “inesperado boom de la poesía mexicana a fines del siglo XIX”.

Su poesía es realista y coincide con la edad de oro del realismo en la novela.

Sin embargo, hacia mediados del siglo pasado el prestigio de Peza llega a su punto más bajo, expresó JEP. Los cargos fueron sentimentalismo y cursilería. Sus detractores, Octavio Paz y José Luis Martínez, después se arrepintieron, pero ya no tuvieron tiempo para revisar esa opinión. Los temas nuevos que aparecen en la obra de Peza, la familia y el hogar, nunca habían sido objeto de poemas.