Los mejores heraldos

o que ha ganado México acogiendo en su seno á los conspicuos representantes de las naciones amigas durante el Centenario, y aprovechando su estancia para mostrarles la vida nacional en sus más salientes manifestaciones; lo que ha ganado, decimos, nos lo indican ahora los periódicos extranjeros, en cuyas columnas han aparecido ya diversas opiniones sobre la República.

Dichas opiniones no provienen de oficiosos amigos de México; muy al contrario, son producto de la observación en el terreno mismo de los hechos; son resultado del estudio atento de nuestro país por personalidades cuyo criterio no se tuerce, como pudiera creerse, por la cordial simpatía que para ellas tuviera el pueblo mexicano.

Cuando han llegado á sus países, los señores Delegados á las últimas fiestas, han sido los primeros en cristalizar sus impresiones sobre México y su Gobierno; todas ellas ponen muy alto el nombre de nuestra patria en el extranjero, y aún descartando los conceptos que la galantería dictara en tales opiniones, en todas ellas campea una crítica sincera, muy favorable para nosotros.

Uno de estos heraldos de nuestros progresos, el profesor Rowe, de la universidad de Pensylvania, ha dicho al arribar á su tierra, que el gran patriotismo del pueblo durante el Centenario demuestra hasta qué grado se ha logrado la unidad nacional, y en simpáticas frases de loa, consigna su admiración por los adelantos adquiridos por México, corolarios de la labor sobrehumana realizada por el Presidente Porfirio Díaz.

Ante esta declaración, repetimos que las ganancias de México después del Centenario serán inapreciables, por lo que ellas significan para nuestro prestigio exterior.

La apoteosis de nuestros héroes

Este será un acontecimiento que cerrará con broche de oro las páginas de nuestras fiestas centenarias, según la gran suntuosidad que los preparativos auguran, pero, acontecimiento de mucha mayor trascendencia por su gran importancia para el futuro de nuestro desarrollo próspero y feliz, lo es el hecho indiscutible, de que una preparación como el Jarabe de Nervita, sea la única de entre tantas otras, que ha de proporcionar las energías vitales necesarias, para que el cerebro, sistema Nervioso de la actual generación, pueda hacer frente á las grandes luchas que se originarán, como consecuencia del inmenso Progreso alcanzado por nuestra República.

*Se publicó de 1906 a 1917